Prevení la micosis vaginal

  • La zona íntima es un área que requiere de cuidados muy especiales, para evitar infecciones vaginales, como hongos y las molestias que pudiera haber en esa zona.

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    La micosis vaginal normalmente tiende a aparecer en nuestras vidas, y es generalmente provocada por la proliferación de un hongo llamado Cándida albicans (Candidiasis vaginal). La Candida albicans es un tipo común de hongo, a menudo presente en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y en la piel. Por lo regular no ocasiona enfermedad ni síntomas. La micosis vaginal es el tipo de infección vaginal más frecuente. La mayoría de las mujeres tendrá una candidiasis vaginal en algún momento

    Pero… ¿Por qué se produce una Candidiasis?

    La cándida y muchos otros gérmenes y microorganismos que normalmente viven en la vagina se mantienen mutuamente en equilibrio. Sin embargo, cuando la vagina presenta ciertas condiciones favorables, el número de Candida albicans aumenta llevando a que se presente una candidiasis.

    Los tratamientos con antibióticos de amplio espectro cambian el equilibrio normal entre los microorganismos en la vagina, disminuyendo el número de bacterias protectoras. El embarazo, diabetes o ser obeso crea condiciones que ayudan a estos hongos a proliferar más fácilmente.

    Pero quedate tranquila ya que la candidiasis vaginal no es un enfermedad de transmisión sexual. Sin embargo algunos hombres presentará síntomas como prurito y erupción en el pene después de tener contacto sexual con una compañera infectada

    Recordá

    La micosis vaginal se transmite durante las relaciones sexuales, pero también puede deberse a otros factores. Una mujer que aún no ha tenido relaciones sexuales también puede presentar un cuadro de micosis.

    Estos síntomas te ayudarán a reconocer una micosis

    • Sensación de picor, de irritación o de ardor en la vagina.
    • Irritación en la zona de la entrada de la vagina.
    • Inflamación de la vulva que toma un color rojo intenso y lustroso.
    • Dolor al miccionar y durante las relaciones sexuales.
    • Descenso o secreción blanca y viscosa.
    • Flujo vaginal anormal: varía de una secreción blanca ligeramente acuosa a un flujo blanco espeso y abundante (como requesón).
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