No todas las actrices de Hollywood son perfectas, eso es más que sabido pero detrás de esas figuras casi angelicales se esconden lencerías que llegan a modelar el cuerpo a tal punto de realzar donde se necesita, modelar y hasta esconder lo que las luces no deben de ver por nada del mundo, en síntesis colocar todo en su sitio.
Hablamos de los Bodys, sujetadores, “culottes”y fajas que son algunas de las prendas íntimas más utilizadas que modelan la figura y que gracias a sus delicados diseños ayudan a esculpir la silueta. Actrices como Salma Hayek , Sandra Bullock, Meg Ryan, Gwyneth Paltrow, Kate Winslet, Sigourney Weaver, Heidi Klum, Eva Longoria o Jessica Alba han declarado haber utilizado las lencerías remodeladoras para moldear sus cuerpos, que de por sí son armoniosos, y evitar costuras impertinentes.
Hay “slips” que van desde el tórax hasta las rodillas y su objetivo es ocultar la grasa del vientre, reducir las caderas y elevar los glúteos, pantys que reafirman los muslos, así como fajas que afilan y acentúan la cintura, braguitas altas y elásticas que alisan el vientre o corpiños que reducen el pecho. Incluso bodys de cuerpo entero y con manga larga que diseñan una silueta esbelta, firme y sin ningún cúmulo de grasa.
La firma Spanx es la favorita de las actrices de Hollywood y “celebrities “, cuya creadora, Sara Blakely, quien tras comprarse unos pantalones blancos y percatarse de que todas sus braguitas eran visibles, comenzó a trabajar y experimentar con pantys hasta que diseñó prendas que sujetaban, reducían y torneaban su silueta. Su objetivo era conseguir una lencería que esculpiera y que fuera cómoda al mismo tiempo, además de otorgar libertad de movimientos.
A medida que esas lencerías se volvían imprescindibles para la mujer actual, las firmas fueron sofisticando sus diseños de tal manera a utilizar tejidos atractivos y sexys. Eso sí, estas prendas “mágicas” no son para lucir sexys, sino más bien para oprimir y reducir la silueta, que es para las que fueron diseñadas, ya que no serían saludables utilizarlas en la oficina por la presión que ejercen.
Fuente: EFE