Cuando tu mascota sufre epilepsia

  • Las mascotas, también, sufren enfermedades como resfríos, fiebres, cánceres y epilepsias. Para que los síntomas de este último mal no te tomen de sorpresa, en Ella te contamos cómo se presentan en el caso del perro. 

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    La epilepsia canina es una enfermedad que se caracteriza principalmente por presentar pérdida brusca del conocimiento y convulsiones. Son síntomas de disfunción neurológica del cerebro.

    En el caso de los animales, el cuadro se desencadena en forma de convulsiones o ataques que se presentan con temblores leves o severos y que causan una gran fatiga en los animales. ¿Cómo ayudar a un perro con epilepsia?

    Tené en cuenta:

    – Su edad: esta enfermedad suele presentarse entre el primer y los seis años de edad de la mascota con ataques de convulsiones. Se debe acudir de inmediato a las consultas para para excluir otros posibles males.

    – Las lesiones:

    La epilepsia canina puede ser causa de una lesión cerebral. Se debe acudir al veterinario para averiguar si es que la causa de los ataques es por culpa de una lesión de cabeza.

    – Los síntomas:

    Se debe saber que no todos los perros sufren los típicos ataques en forma de convulsiones:

    • La mascota puede volverse dependiente y camina incesantemente.
    • Puede que se enferme o vomite. (Esta es la fase pre-ictal, previa al ataque, donde el perro siente que algo está sucediendo y comienza a reaccionar)
    • Comienza a correr muy agitada, aparenta rascarse la espalda o detrás de la oreja.
    • Corre en círculos, muy agitado, tal vez babeando.
    • No puede controlar sus piernas, se golpea la cabeza de un lado, o empieza a tener espasmos en el rostro. (A ratos vuelve a la normalidad)
    • Da algunos pasos pero parece inestable, trata de levantarse, pero no puede.
    • Se sienta, parece confundido o en blanco. Puede que el perro se estire de una manera peculiar. Estira su cuello hacia arriba y lo sostiene por algunos segundos, tal vez repite la acción. Eventualmente el «episodio» pasa y el perro logra levantarse y seguir su camino.
    • Una parte de la anatomía del perro parece salirse de control, por ejemplo: el perro comienza a comer su comida canina y de pronto se encuentra acosado por la necesidad de lamer incotrolablemente, impulso que no puede detener ni controlar mientras que su lengua cuelga de su boca hacia los lados.

    ¿Conocés otros síntomas de animales que sufren esta enfermedad?

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