Mitos y leyendas del gato

  • Portadores de enfermedades mortales hasta supersticiones y hechizos de mala suerte, son algunos de los pensamientos que a menudo nos vienen a la mente con referencia a los gatos. Yo misma era una de esas personas que creía en todo eso. Ahora sonrío al recordarlo.

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    En mi mente el gato era un animal que estaba lejos de ser uno de compañía. El destino hizo que me quede con uno y entonces me di cuenta de cuan equivocada estaba.

    Una hermosa frase refleja lo que un gato hace por nosotros:“El gato nos ofrece su compañía para que podamos acariciar a un tigre”.
    El gato no es un perro.

    Regla número uno para vivir en armonía con un felino: no pretendamos que se comporte como un canino, no irá por la pelota cuando la tiremos. Es de la especie felina, diferente, pero también doméstica al igual que el perro.

    A menudo escucho a embarazadas asustarse porque leen en Internet o escuchó que una amiga de su amiga le dijo que tiene que deshacerse de su gato porque puede perder su bebé. Esto es totalmente absurdo. Hoy en día hay estudios que se realizan para saber si uno tuvo alguna vez toxoplasmosis (enfermedad que uno siempre porta), y uno debería literalmente ingerir la orina o las heces del gato para contraerla ya que es la única vía de contagio. Es más probable que enfermen de toxoplasmosis ingiriendo una lechuga mal lavada de un restaurante que de su propio gato.

    Con un plan de vacunación y sanitación al día, tu gato no tendrá enfermedad transmisible.

    El gato adulto duerme entre 14 a 16 horas al día por lo cual lo hace un compañero un poco tranquilo, pero cuando despierta, generalmente el momento de mayor actividad es el crepúsculo, buscan la interacción con sus propietarios, maullando, frotándose contra uno o sacando las garras para arañar los pantalones, son algunas de las formas que buscan atención.

    La segunda actividad que el gato realiza luego de dormir, es la de acicalarse. Pasa la mayor parte del tiempo limpiándose. Al acicalarse sacan el pelo muerto, se limpian y esparcen su olor homogéneamente. El lamerse también los relaja, por lo que el acicalamiento es considerado un indicador de bienestar en el gato. Si un gato te lame es signo de plena confianza y seguridad.

    El gato esconde su materia fecal y su orina. Los felinos son buenos depredadores pero también son muy precavidos para no dejar señales para los demás depredadores, por lo cual entierran sus heces y orina. De aquí viene la costumbre de que el gato debe tener su caja de arena, de esta manera solo realizará sus necesidades en ella y cubrirá sus necesidades en la arenilla o piedritas. Esto dejará a tu ambiente libre de olores que a menudo se asocian a los gatos.

    Otra ventaja del gato es que come a “picoteos”. Generalmente ellos se racionan y van comiendo de a poco. Desde mi punto de vista el gato es una mascota ideal para estos tiempos en el cual estamos a las corridas. Es un compañero que al llegar del trabajo a la tardecita estará despertando para jugar con nosotros o simplemente ser feliz cuando le acariciemos.

    Si vas adoptar un gato, te recomiendo comprar un arañador si mezquinas de gran manera el sofá de tu sala. El arañar es un comportamiento natural de ellos ya que marcan su territorio y también es indicador de bienestar (se relajan al arañar). Uno puede enseñarle al gato donde arañar y donde no.

    El aprendizaje del gato es igual o mayor a la del perro, solo que son un poco más testarudos y extremadamente dormilones.

    Estudios revelan que el acariciar un gato libera un 40 por ciento del estrés diario, por lo cual diría que si hay algo de magia en ellos, son animales sanadores, animales que te harán reír y serán un verdadero bálsamo para tu alma.

    Tengo un gato negro hace seis meses y me ha traído solo buena suerte, abundancia y felicidad.

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