- mayo 23, 2014
En otoño e invierno, las personas tienden a subir de peso. El problema se da tras la combinación de dos factores: la mala alimentación y la falta de ejercicios físicos. En esta nota, una profesional da recomendaciones para evitar ganar «esos kilitos demás».
Por Vivian Urbieta
vurbieta@sd.com.py
En otoño-invierno tendemos a permanecer más tiempo en casa debido al clima fresco. Esto produce ansiedad y genera un desequilibrio en el consumo de los alimentos ya que el día se torna más corto.
En conversación con Ella, la nutricionista Nora Paredes de la Clínica Integral de Diabetes de Asunción explicó que “la falta de luz hace a las personas más vulnerables a trastornos del ánimo” y además que “esto propicia episodios de ansiedad que van acompañados de una mayor ingesta de alimentos como chocolates, masas y pastas que tienen efecto directo sobre la conducta”.
Durante el frío, las personas tienden a abandonar la práctica de ejercicios y existe una alta posibilidad del desorden en la dieta, por la incorrecta selección de alimentos. Estos dos factores producen la «ganancia de peso» , que se oculta por el uso de las prendas abrigadas. «Lo ideal sería no subir más de dos a tres kilos, de manera que cuando llegue el verano no se tomen conductas desesperadas para perder el peso ganado, ésto se logra manteniendo hábitos saludables en todas las estaciones del año», recomienda Paredes.
Los alimentos altos en calorías son los principales causantes de la suba de peso. Pero… ¿por qué se come más en otoño-invierno?. Paredes explica: “Cuando la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, el apetito se estimula y se traduce en una sensación de hambre, por eso se come más de lo que se acostumbra comer en épocas de calor”.
Al comer, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta debido a la termogénesis (efecto del aumento de la temperatura corporal por el consumo de alimentos) y de esta forma permanece “calentito”, expresa. Indica que, en otoño e invierno, es innecesario ingerir en exceso comidas muy calóricas, debido a la poca actividad del cuerpo. Para mejorar la nutrición se recomienda consumir alimentos a temperatura cálida y controlada en calorías
Cinco tips para no ganar peso en otoño-invierno:
1. No abandones las actividades físicas: en caso que no puedas realizar ejercicios al aire libre por la inestabilidad del clima, podés hacer en casa bailando o en gimnasios. Elegí las actividades que más te agraden.
2. Utilizá trucos culinarios: es para aclimatar el cuerpo sin necesidad de aumentar las calorías. Reemplazá las ensaladas por verduras cocidas, las frutas frescas por compotas que pueden comerse tibias, infusiones tibias en vez de agua fresca. Los caldos de verduras, enriquecidos con carnes o claras de huevo, se pueden utilizar como plato único y cocinar al horno aprovechando así su calor.
3. Reducí las calorías de los alimentos ricos en azúcares: seleccioná las preparaciones más saludables que utilizan harinas integrales y edulcorantes.
4. No elimines los nutrientes de tu dieta: Los hidratos de carbono, grasas y proteínas son buenas y necesarias en su justa medida. Si sacás uno de estos elementos bruscamente, sólo sentirás una repentina necesidad de ingerirlos y desproporcionadamente.
5. Controlá tu peso: esto te permitirá estar atento y ante la primera subida podés corregir a tiempo con la ayuda de un profesional.
Alimentos que no deben faltar en tu dieta:
La naturaleza proporciona alimentos propios en cada estación que aportan nutrientes indispensables para combatir el sobrepeso y cuidar la salud.
1. Verduras y frutas: consumí alimentos ricos en vitamina “C” que refuercen el sistema inmune, que combata virus y bacterias del cuerpo. Entre ellos se encuentran los cítricos como naranjas, pomelo, mandarinas, limón, kiwi, tomates y brócoli. Estos cítricos contienen pocas calorías, característica que las hacen ideales para tu dieta.
2. Los aliáceos: como cebolla y ajo tienen propiedades mucolíticas y antisépticas. Estos alimentos realzan el sabor de las sopas.
3. Los cereales integrales y sus derivados: este grupo lo integran el maíz, arroz, avena; mientras que los panes y cereales para el desayuno son una excelente fuente de zinc, que intensifican la respuesta inmune.
4. Los alimentos pro-bióticos: ejemplo, los yogures tienen efectos que benefician y potencian el sistema inmunitario y refuerza la flora intestinal.
5. Hidratate: El agua es indispensable y no debe faltar en tu dieta, al igual que los zumos de frutas naturales. Tomar un vaso con agua de mañana ayuda a estar hidratada todo el día. Es importante en verano para combatir el calor y en el invierno.