Personas hipertensas, ¿Cómo alimentarse?

  • El cuidado de la presión es muy importante, de eso depende la salud y el disfrutar día a día de los alimentos.

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    La hipertensión arterial es una enfermedad de la pared de las arterias, se caracteriza por un aumento de su espesor que altera su estructura y resistencia. Produce insuficiencia cardíaca y puede repercutir en el funcionamiento de distintos órganos.  Muchos de los casos está atribuida a un componente genético o hereditario que provoca que una persona la desarrolle en algún momento de su vida. Este riesgo aumenta aún más cuando ambos padres son hipertensos.

    El consumo excesivo del alcohol, las grasas saturadas, el tabaco y la sal son las causas que desarrollan con facilidad la hipertensión. Los síntomas normalmente no se perciben fácilmente, de allí la importancia de ir a controlarse con el médico.

    La dieta cardiosaludable

    Antes de empezar a realizar la dieta, debemos saber que el acompañamiento de ejercicios es muy importante. De hecho, el ejercicio debe ser practicado en todo momento de nuestra vida, estando o no enfermos. Con 30 minutos de actividades físicas ya es suficiente para equilibrar nuestro cuidado alimenticio.

    Alimentos recomendables

    –          Almidón: (3 porciones al día recomendadas): panes integrales, cereales integrales, legumbres, pastas al dente,  papa, batata, choclo, mandioca.

    –          Verduras y frutas (3 porciones de verduras y 2 de frutas recomendado): debes ingerir todos los colores del arco iris para asegurarnos de obtener todos los nutrientes.

    –          Proteínas (2 porciones por semana recomendadas): carne  vacuna sin grasa visible, aves sin piel, pescados y mariscos, quesos magros, huevos.

    –          Lácteos (3 porciones diarias recomendadas): leches descremadas, yogures descremados, (productos deslactosados si se es intolerante a la lactosa).

    –          Sustancias grasas: las calorías ingeridas en grasas insaturadas (aceites, etc.). No deben superar el 20% o 30% de nuestra dieta. Las grasas saturadas (sólidas, manteca, quesos, leches, fiambres, etc.) no deben superar el 10% de nuestra dieta.  Las grasas transgénicas se deben mantener en un muy bajo consumo. Es recomendable leer las etiquetas de los productos que consumimos.

    Limitaciones: limitar el consumo de sal o suplantarlo por hierbas y especias. Restringir o moderar el consumo de las bebidas alcohólicas y del tabaco.

    Fuente: www.cocinerosargentinos.com

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