Te enseño a querer

  • Una escuela virtual enseña a querer mucho, como en el bolero, pero mejor

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    Madrid, 29 jul (EFE).- El 50 por ciento de las parejas fracasan. Un porcentaje «escandaloso» para el filósofo José Antonio Marina, estudioso de la inteligencia y fundador de una «escuela» que enseña a tener relaciones amorosas y familiares «satisfactorias».

    Se trata de un centro educativo «online» que abre sus puertas después del verano en Madrid, tras lanzar una experiencia piloto la pasada primavera. Según las estadísticas, una de cada tres parejas rompe tras las vacaciones estivales.

    Será el próximo 16 de septiembre cuando dé comienzo oficial el «Curso de convivencia amorosa» de la Escuela de Parejas, con clases totalmente virtuales de cuatro meses de duración y cuya matrícula está abierta para todos aquellos «que quieren que su relación funcione bien».

    O lo que es lo mismo, para la mayoría, ya que a tenor de las encuestas que cita Marina en una entrevista con Efe más del 90 por ciento de la población occidental, sin apenas diferencias entre hombres y mujeres, piensa que para alcanzar la felicidad es necesario tener relaciones amorosas y familiares satisfactorias.

    Y eso es lo que desean, por tanto, para ellos mismos, apunta Marina (Toledo, 1939), quien se pregunta «qué estamos haciendo tan mal» para que tantísimas parejas fracasen en su proyecto de vida en común.

    «¿Cómo podríamos tener parejas más inteligentes?» fue la pregunta que se hizo Marina y que dio origen a su original escuela que tiene a la psicóloga Cayetana García como tutora para los alumnos.

    Alumnos que pueden ir solos, aunque el curso está pensado preferentemente para dúos. De hecho, la matricula (hay 400 inscripciones por convocatoria) cuesta 45 euros y se cumplimenta en la web www.universidaddepadres.es.

    Fue en el contexto de la Universidad de Padres en el que el equipo de Marina se dio cuenta del «enorme interés de las parejas en que sus relaciones funcionasen pero que no sabían cómo hacerlo a pesar de estar cargadas de buenas intenciones».

    Que una pareja funcione es importante no solo para sus miembros («se juegan la vida en ello», apunta Marina) sino también para sus hijos, cuando los hay.

    Está «científicamente confirmado -dice el prestigioso pensador español- que el concepto que el niño tiene sobre sí mismo, su autoestima, la capacidad de sentir emociones positivas, o de enfrentarse a problemas están muy influidos por la calidad de las relaciones parentales».

    Fuente: EFE

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