Si realmente estás segura de querer adoptar una mascota lo ideal es que visites los hogares en donde se encuentren los animales, te cerciores de las condiciones en que se encuentra, qué características posee entre otras cosas para poder dar con la mascota que va contigo.

Estos aspectos te ayudarán a una buena elección:

Paciencia. No siempre es amor a primera vista. Visita el centro las veces que haga falta, es preferible que tardes más tiempo en adoptar la mascota adecuada a que adoptes y te arrepientas después.

En cuanto a la energía. En caso de elegir un perro es importante que los dos tengan la misma energía. Si sos deportista y tu perro tiene una energía baja, le costará seguir tu ritmo. Si, por el contrario, sos una persona tranquila o más sedentaria y optás por un perro muy activo deberás obligarte a sacarle a pasear varias veces, ya que si no lo haces el perro se podría sentir frustrado y tener ansiedad al no poder gastar esa energía extra.

Infórmate sobre los gatos. Hay muchos mitos sobre los gatos. De su comportamiento se dice que son independientes, que se hacen los dueños de la casa … pero cada uno es diferente y también pueden aportar mucho cariño. Puede ser un buen animal a adoptar en caso de personas que no disponen de tanto tiempo para dedicar a la mascota, ya que no necesitan salir a la calle y largos paseos como los perros.

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Los gatos pequeños tienen la alimentación sensible, por ello cuidar su nutrición es muy importante. Durante el primer mes de vida, los felinos se alimentan exclusivamente de leche materna y pueden sufrir estreñimiento.

El sistema digestivo del animal se regula de forma gradual conforme a lo que consume. Si el gato recién nacido tiene problemas de defecar, tenés que manternerlo bien hidratado y ayudarle a evacuar estimulando su tripa.

Estos son algunos consejos citados por la web Hogar Útil:

1- Alimentación correcta: durante las tres primeras semanas, debe alimentarse exclusivamente de leche materna para cubrir sus necesidades nutricionales que solo la madre gata puede proporcionarle. En tiendas especializadas se vende polvo para mezclar con agua y dar en biberón al gato.

La leche de vaca no es recomendable ya que el estómago del felino es delicado y puede producir problemas digestivos. Pero si querés darle para que pruebe, mezclá con agua natural.

2- El calor ayuda a hacer sus necesidades: los gatitos recién nacidos necesitan calor constante, ya que no son capaces de regular su temperatura durante sus primeras cuatro semanas de vida. Los gatitos encuentran cobijo en el calor corporal de la madre, pero en caso de los huérfanos le podés  proporcionar con una cesta con base acolchada con mantas y toallas. Aplicá una bolsa de agua tibia envuelta en toallas o manta a temperatura corporal para mantener su calor.

3. Estimulá al gatito: la gata madre estimula al gatito al lamerles, ya que su naturaleza le permite. Los dueños pueden ayudar con suaves masajes en la tripa con los dedos en movimientos circulares y con un paño o algodón humedecido en agua tibia.

Realizá estos masajes varias veces al día y después de darle el biberón. En caso de estreñimiento, además de los masajes tibios, podés introducir la punta de una ramita de perejil empapada en aceite de oliva o de parafina en el conducto anal, realizando pequeños círculos.

4- El veterinario: si a pesar de estos cuidados tu gato no defeca en un periodo de 24-48 horas, llevalo al veterinario.

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Los gatos y los perros son animales domésticos que se encuentran en contacto permanente con la familia, en especial con los niños, que cuando encuentran una mascota, la adoran hasta el punto de besarlos y hacer dormir con ellos.

No esta mal, pero es importante recordar que son animales, si bien su baño lo realizamos de vez en cuando, pero no todos lo días, igual tiene el olor natural de mascota.

Ademas, siempre son portadores de bacterias como garrapatas y demás virus propios de los animales.

Los gatos tienen un parásito llamado Toxoplasma Gondii (también conocida popularmente como “la bacteria del gato”), que es especialmente dañino para mujeres embarazadas, por eso es importante desinfectarlos.

La revista IMujer recomienda pedir ayuda a un familiar para que lo sostenga y evitar que te rasguñe. No olvides hablarle cariñosamente durante el proceso y hacerlo lo más rápido posible. De esta forma pueda que le pierda el miedo a los baños y que sea más sencillo cada vez.

Mirá como podés bañar y ayudar a que tu gato este libre de infecciones.

¿Qué necesitás?

Conseguí estos productos para bañarlo, es importante para que no te infectes vos también.

• Champú para gatos
• Jabón
• Ducha o recipiente para bañarlo
• Alfombra de goma para que no se resbale
• Agua tibia
• Dos toallas y un paño suave
• Guantes de goma

Cómo bañarlo

… Es recomendable jugar un rato con su juguete favorito antes de comenzar con el baño para que se canse y para que elimine su exceso de energía y estrés.

… Recortá sus uñas si las tiene muy largas.

… Cepillá su pelo para sacarlo los que están suelto.

… Ponete los guantes de goma e introducí al gato en la bañera. Sostené bien al gato y no te olvides de hablarle con cariño para que se sienta seguro y en confianza.

… Mojalo con agua tibia desde los hombros hacia la cola, sin olvidar el abdomen y las patas. Cuidado con las orejas.

… Ahora ponele el champú y masajeá con las yemas de tu dedo. Enjuaga bien con agua limpia sin que quede el resto del champú.

… Ahora mojá la toalla pequeña y enjuaga su carita entre las orejas, tené cuidado que no entren agua.

… Envolvé con la otra toalla y secá bien su cuerpo.

… Usa el paño suave para secar su orejas y sus ojos.

… Probá secarlo con secador de pelo (si es que a tu gato no le molesta el ruido). No le pongas muy de cerca.

… Cepillá bien su pelaje para que quede sedoso y desenredado.

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Las enfermedades de los gatos que afectan a las humanos pueden ser evitadas a través de las vacunas. Aunque el felino no muestre signos de dolencia, puede que sea portador de serias enfermedades de transmitir directa a los humanos.

Lo más importante es mantener a la mascota sano, llevarlo al veterinario para reducir el riesgo de que contagie a la familia, además se recomienda mantener al animal lejos de habitaciones y lavarse la mano después de alzarlo.

Algunas enfermedades conocidas, de la web ‘uncomo.com’

1. La Toxoplasmosis: se transmite al humano a través del contacto con las heces de un gato infectado, que normalmente recibe este virus de los roedores.

El riesgo se presenta en las mujeres embarazadas, el parásito puede llegar hasta la placenta y producir defectos genéticos en el feto.

Resulta fácil contagiarse si no tomamos las medidas adecuadas, por ello es fundamental manipular siempre las heces de nuestro gato utilizando guantes, cuyo uso también se recomienda al momento de limpiar la caja de arena.

Además después de hacerlo debemos lavar muy bien nuestras manos, en especial por debajo de las uñas, para eliminar cualquier rastro de suciedad.

2. La Rabia: Es quizá la enfermedad transmitida por animales más conocida. La rabia constituye un peligro importante para nuestra mascota y para los seres humanos, normalmente los animales de compañía se contagian tras el contacto con animales salvajes, por eso la mejor forma de prevenir que esto ocurra es vacunándolos contra este virus durante sus primeros meses de vida.

3. La tiña: es un hongo que se forma en la piel de nuestro gato o perro, su transmisión puede realizarse a través el simple contacto, puede transmitirse al hombre.

Produce hongos como el pie de atleta. Algunas veces el proceso funciona a la inversa, y somos nosotros los que transmitimos la enfermedad a la mascota.

Para prevenirla existen vacunas que deben administrarse anualmente al animal. Es importante acudir al veterinario para informarse más

4. Leishmaniosis: las pulgas y las garrapatas constituyen un problema de salud importante para las personas y para las mascotas.

Este parásito contagia la enfermedad de Lyme, que a la vez resulta contagiado a partir de alimentarse de la sangre de un animal salvaje infectado. La garrapata se instala en nuestra mascota y nos pica a nosotros también.

Esta condición produce síntomas como enrojecimiento de la zona, fiebre, dolor en los músculos, etc. El verdadero riesgo lo padecen las mujeres embarazadas, pues el virus también puede traspasar la placenta y afectar al feto.

Es muy importante tomar precauciones al limpiar los acuarios, además de explicar a los más pequeños que no deben nunca meter a su boca objetos que hayan estado antes en contacto con esa agua.

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