¡A mí también me pasa!

  • Los de Stendhal, de Diógenes o de Estocolmo son, probablemente, tres de los síndromes más conocidos por la población general. Sin embargo, al igual que estos, hay otros trastornos de lo más curiosos y extraños que afectan a mucha más gente de la que podamos pensar.

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    1. Síndrome de la butaca de cine

    Cuando te levantas tras una película, un vuelo o una reunión larga, ¿te duele la parte anterior de la rodilla? Es probable que sufras el síndrome de la butaca de cine, un malestar que suele presentarse al andar tras un periodo prolongado sentado en la misma posición.

    Cómo prevenirlo: “mantén un buen tono muscular (un cuádriceps fuerte te ayuda a estabilizar la rótula), controla tu peso, revisa tu postura y examina tu calzado” – Fernando Ramos, fisioterapeuta de Hospital Quirón A Coruña.

    2. Nomofobia

    ¿Lo primero que haces antes de dormir y nada más despertar es consultar tu móvil? ¿Tienes sensación de angustia, ansiedad o necesidad irrefrenable de volver a casa si has olvidado el smartphone o tu batería se está agotando? Si es así, estás sufriendo nomofobia, la dependencia del teléfono móvil llevada al extremo.

    Cómo prevenirlo: “las nuevas tecnologías son herramientas útiles, pero no pueden convertirse en un problema de salud. Apaga el móvil para dormir y, durante el día, intenta que la realidad prime sobre el mundo virtual” – Antonio de Dios, psicólogo de Hospital Quirón Marbella.

    3. Síndrome del ojo seco

    Se trata de una incapacidad del sistema lagrimal para mantener lubricada y protegida la superficie ocular. El síndrome del ojo seco se manifiesta por sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento ocular, lagrimeo y sequedad ocular.

    Cómo prevenirlo: “aplícate lágrima artificial y recuerda, siempre que uses una pantalla, mantenerla a una separación mínima de 50 cm.” – Marta Calatayud, oftalmóloga de Institut Oftalmològic Quirón Barcelona.

    4. Síndrome de las piernas inquietas

    ¿Necesidad fuerte, casi irresistible, de mover las piernas cuando estás relajado o mientras duermes? Podrías pertenecer al 10% de adultos europeos que sufren el síndrome de piernas inquietas (SPI) o síndrome de Ekbom, un trastorno cuyas desagradables y molestas sensaciones en las extremidades inferiores pueden llegar al dolor.

    Cómo prevenirlo: “mantén a raya tus niveles de hierro pues, aunque sus causas son generalmente desconocidas, se sabe que el déficit de hierro es un factor común en el desarrollo del SPI” – Joaquín Serrano, médico internista de Hospital Quirón A Coruña.

    5. Bruxismo

    Dolores de cabeza al despertar, daños en la mandíbula, dolor de oídos, problemas en la alineación y mal estado de la dentadura… El bruxismo (apretar las mandíbulas y rechinar los dientes de manera involuntaria) refleja con estos síntomas un estado de ansiedad importante.

    Cómo prevenirlo: “haz uso diario de técnicas de relajación, practica ejercicio físico para descargar adrenalina y utiliza férulas de descarga por la noche” – Antoni Arcas, cirujano oral y maxilofacial de Hospital Universitari Quirón Dexeus.

    6. Síndrome del nido vacío

    ¿Sensación de abandono, pérdida y soledad cuando uno o más hijos abandonan el hogar? Sin duda, sufres un síndrome del nido vacío, algo parecido a una etapa de duelo que sufren los padres cuando sus descendientes se independizan.

    Cómo prevenirlo: “como padre, debes ocupar el vacío que te causa la marcha de tu hijo cuando se hace mayor con otras actividades, hobbies, roles que te hagan reinventarte” – Antonio de Dios, psicólogo de Hospital Quirón Marbella.

    7. Dedo de Blackberry

    Whatsapps, mails, redes sociales… sin darte cuenta, pasas horas tecleando en tu smartphone. ¿Notas la sobrecarga en tus pulgares? Cuidado, podría derivar en el denominado “dedo de Blackberry”, anteriormente conocido como artrosis de las costureras.

    Cómo prevenirlo: “usa tu móvil apoyándolo en la superficie de una mesa, utiliza todos los dedos al escribir en él y esfuérzate porque la posición de tu muñeca sea neutral” – Fernando Ramos, fisioterapeuta de Hospital Quirón A Coruña.

    8. Síndrome del escaparate

    Si mientras andas las piernas te piden pararse a una determinada distancia, siempre la misma, y mejoras al descansar durante unos minutos antes de proseguir la marcha, puede que sufras la llamada enfermedad del escaparate o claudicación intermitente, un síntoma de la enfermedad obstructiva de las arterias de las extremidades inferiores.

    Cómo prevenirlo: “no fumes, evita el sobrepeso y mantén a raya tus niveles de tensión, azúcar y colesterol” – Alejandro Moro, cirujano vascular de Hospital Quirón A Coruña.

    9. Síndrome de la piel de naranja

    Quizá lo conozcas por su nombre más común: celulitis. Se trata del aspecto rugoso, irregular, con hoyuelos y nódulos a nivel de la superficie cutánea en ciertas zonas del cuerpo, como nalgas, muslos o caderas.

    Cómo prevenirlo: “cambia tus malos hábitos de vida (fast-food, sedentarismo y tóxicos como tabaco o alcohol), hidrata correctamente tu piel en las zonas afectadas y, dependiendo de la severidad, acude a técnicas como mesoterapia, lipoescultura con ultrasonidos, presoterapia o drenaje linfático. Tu dermatólogo te asesorará” – Nayra Merino, dermatóloga de Hospital Quirón Tenerife.

    10. Síndrome del ordenador

    Los adelantos tecnológicos de la vida moderna hacen que pases mucho tiempo delante de pantallas de dispositivos electrónicos. Esta elevada demanda visual, junto con factores ambientales, trae como consecuencia un conjunto de síntomas – ojos secos, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble – que conforman el síndrome visual del ordenador.

    Cómo prevenirlo: “realiza un parpadeo constante mientras trabajas, usa lágrima artificial, no abuses de calefacción/aire acondicionado y realiza pequeñas pausas cada hora delante de la pantalla” – Emanuel Barberá, oftalmólogo del Centro Oftalmológico Quirón A Coruña.

    11. Síndrome del restaurante chino

    ¿Cefalea, enrojecimiento facial y sudoración generalizada tras ingerir comida oriental?

    Es muy probable que se deba al síndrome del restaurante chino. Está causado por el glutamato monosódico, un potenciador del sabor de los alimentos que produce un gusto muy especial conocido como “unami” (“gusto sabroso” en japonés) que, una vez absorbido, altera la excitabilidad de la corteza cerebral y la regulación del aporte sanguíneo al cerebro, desencadenando, como consecuencia, crisis de migraña.

    Cómo prevenirlo: “evita la comida con alto contenido en glutamato monosódico y los alimentos fermentados o curados como los tomates maduros, los quesos parmesano y roquefort”.

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