«Una fragancia de mujer debe ser compleja y reflexiva»

  • CK One, Acqua de Giò o 212 de Carolina Herrera son perfumes conocidos que se mantienen en el gusto de los amantes de las fragancias, pero, pocos conocen que detrás de estas y otras exitosas creaciones se esconde el mismo nombre con una privilegiada nariz: el español Alberto Morillas.

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    Considerado como «El Maestro» por sus pares, Morillas es, pese a su fama, un hombre sencillo, de palabra y sonrisa fácil, que se considera un emigrante, aquél niño que abandonó Sevilla con diez años en plena dictadura franquista para establecerse en Ginebra.

    «Fui emigrante y dejé una forma de vivir, que era un patio en Sevilla. Era mi mundo, el sitio que me gustaba más y a lo mejor por eso sigo utilizando los productos más mágicos, que son la flor de naranjo, el olor del agua en el patio (cuando llovía). Mi obsesión fue escribir (la fórmula) del olor de la flor con agua», aseguró en una entrevista con Efe.

    Así nació Acqua di Giò, una de sus obras cumbre, de la que dice olía a agua, «a vacaciones de esa emoción del sur» y todavía hoy, uno de sus olores preferidos, asegura, es el que resulta del «chaparrón en Sevilla cuando ha hecho excesivo calor. La piedra huele a ese olor de lluvia. Es una emoción tan fuerte», dijo.

    El perfumista ha viajado por el mundo entero en busca de olores. Acaba de estar en la India para conocer un tipo concreto de jazmín y ahora pasa por Nueva York para promocionar su nueva creación para mujer: Midnight Romance de Ralph Lauren, con peonía rosada, vainilla negra y frambuesa como ingredientes principales.

    De acuerdo con Morillas, una fragancia de mujer, que generalmente es más matizada que la de los hombres, debe ser «compleja y reflexiva» y agrega que hay numerosos aspectos a considerar, tales como confianza, romance, felicidad y seducción, que dice las féminas encontrarán en este nuevo perfume, que describe como «sensual y misterioso».

    «El acto de crear un perfume viene de dentro, de mi alma, e intento que lo pueda comprender una mujer o un hombre. Cierro mis ojos, lo pienso y lo escribo (la fórmula)», dijo este artista, quien comparó ese proceso con el arte de hacer una película.

    «Tengo la suerte de haber creado perfumes míticos, que son todavía número uno después de 22 años», añadió.

    A pesar de una trayectoria prácticamente infalible, Morillas no cree en fórmulas mágicas. «La fórmula mágica es cuando un perfume en 6 o 3 meses se está vendiendo en el mundo entero y 20 años después sigue siendo un éxito. Ese es el misterio», aseguró este experto, que también ha creado perfumes para hombre y mujer para las marcas Bulgari, Marc Jacobs, Óscar de la Renta, Givenchy, Lanvin, Roberto Cavalli, Custo Barcelona, Pedro del Hierro, Valentino, Versace e Yves Saint Laurent, entre otros.

    «Lo más importante para un creador es saber interpretar la imagen del perfume que está haciendo», proceso, como el caso de «Midnight Romance», que puede tomar dos años, en los que hay que «asociar productos que existen con los que no existen», explicó Morillas, que sigue escribiendo sus fórmulas a mano.

    Este español, considerado el mejor perfumista y «la nariz con más prestigio» del mundo, aseguró no ser tan paciente ante esa espera por el olor deseado: «No soy paciente, (pero) tengo esa fuerza de la pasión para intentar otro ensayo (con ingredientes) para ver si ese está mejor», afirmó Morillas, con su acento francés, y que dijo ser «el único perfumista autodidacta».

    Morillas, que evalúa lanzar su propia fragancia, tras cuatro décadas como perfumista, aseguró que no fue difícil llegar donde está en este oficio, al que se dedica desde sus 20 años de edad cuando descubrió que detrás de un perfume había un creador.

    «No me acuerdo de haber sufrido (para alcanzar el éxito), sí de tener ganas de llegar, de triunfar. Todas las mañanas tienes que pensar que es otro día y hay que vivir ese momento. Tengo mucha suerte de poder vivir de mi arte», indicó Morillas, que recién llegó de la India, que visitó para conocer un nuevo jazmín.

    «Mi vida es pasión, detalles y flores», concluyó Morillas, que continúa trabajando con Firmenich, donde se formó, una de las principales firmas del mundo en creación de perfumes y en fabricar materias primas sintéticas.EFE

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