Saint Laurent vs. Gaultier, duelo de extravagancia

  • París presume de casi todo y no siempre con el rigor deseado. Pero lo que no se le puede negar a la capital francesa es el sempiterno influjo que ejercen sus museos y sus modistos.

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    Para reivindicarse, una vez más, como epicentro mundial de la alta cultura y la alta costura, la Ciudad de la Luz ha desplegado dos grandes exposiciones que confrontan a dos de sus mejores diseñadores: el poeta de la ruptura Yves Saint-Laurent y el costurero rebelde Jean Paul Gaultier.

    El doble viaje al mundo de la alta costura arranca en la Fundación Yves Saint Laurent, donde hasta el próximo 19 de julio puede visitarse la exposición “Yves Saint Laurent 1971. La colección del escándalo”, dedicada al muestrario de primavera-verano que el modisto presentó el 29 de enero de aquel año y que se conoce como “Liberation” o “Quarante”.

    “Yves Laurent es repugnante”, escribió tras el desfile Eugenia Sheppard, la célebre cronista de moda del diario “The International Herald Tribune” y una de las 180 personas que vieron aquella pasarela en directo, una década después de que Saint-Laurent y su compañero sentimental, Pierre Berges, fundaran su casa de costura.

    Del reproche al éxito absoluto

    Por venir de una amiga, fue la crítica que más dolió, aunque el golpe de inspiración retro del diseñador, que bebía de la ropa femenina de los años cuarenta, es decir, le llovieron reproches a cual más incisivo por haber recurrido a las musas de la ocupación nazi de Francia.

    FOTOGRAFÍA DE LA EXPOSICIÓN DE GAULTIER EN PARÍS

    FOTOGRAFÍA DE LA EXPOSICIÓN DE GAULTIER EN PARÍS

    Saint-Laurent, en realidad, había concebido la colección para Paloma Picasso, hija del maestro cubista y numen del modisto, al que le sugirió que olvidara el canon pop imperante y buscara un gesto de ruptura.

    Saint-Laurent sirvió un menú con 80 prendas, entre las que había vestidos de noche con estampados de labios de lentejuelas, un corto abrigo de piel de zorro teñido de verde, turbantes, cuellos vueltos extremos, faldas plegadas sombre sí mismas, smokings femeninos de pantalón corto…

    MODELO VESTIDA CON ABRIGO ROJO SENTADA EN PLENA CALLE

    MODELO VESTIDA CON ABRIGO ROJO SENTADA EN PLENA CALLE

    Aunque divas como Catherine Deneuve, Elsa schiaparelli o Laurent Bacall se mantuvieron fieles a las creaciones de su costurero, las colección desplomó inicialmente las ventas de la casa de moda. La pudorosas hembras aburguesadas cuyo dinero lubricaba los engranajes de la moda más exclusiva, generalmente mujeres cuya posición social dejaba poco espacio para la insolencia creativa, rechazaron de pleno la colección que tanto irritó a los cronistas de la época.

    Pero corrían tiempos de cambio en aquel 1971 en el que murieron Coco Chanel, Jim Morrison y Louis Armstrong, las mujeres suizas obtuvieron el derecho de voto, Pablo Neruda ganó el Nobel de Literatura y nacieron bandas como Queen o Eagles.

    CORSÉ IDEADO POR JEAN PAUL GAULTIER

    CORSÉ IDEADO POR JEAN PAUL GAULTIER

    La colección terminó por seducir al público femenino más joven y marcó la entrada definitiva de Saint-Laurent en la historia de la moda. El chico sensible y aficionado a la heroína, de cuerpo enjuto y gafas cuadradas con montura de carey, se convertía en el poeta de la ruptura.

    Por encima de épocas

    “Desde la silueta péplum hasta las medias, todo se ha hecho y se ha vuelto a hacer cientos de veces. Y la alta costura ya no emite más que nostalgia y restricción. Como si fuera una señora mayor. No me importa si mis vestidos evocan los años cuarenta a ojos del público cultivado. Lo importante es que todas las chicas jóvenes que no vivieron esa época quieren llevarlos hoy”, dijo Yves Saint-Laurent de aquella colección.

    DISEÑO DE TRAJE MASCULINO PARA MUJER DE YVES SAINT LAURENT

    DISEÑO DE TRAJE MASCULINO PARA MUJER DE YVES SAINT LAURENT

    Finalmente, Eugenia Sheppard entonó el “mea culpa” y enmendó aquel titular que tanto le había dolido al modisto: “No, Yves Saint Laurent no es repugnante. No París no ha matado la moda”, declaró.

    En aquel mismo 1971, Yves Saint Laurent posó desnudo para la revista “Vogue”, dentro de una estrategia de promoción que siempre le llevó a hacer equilibrismo en el filo de la navaja. Incluso después de morir en París en 2008, el modisto sigue abonado al escándalo y la casa YSL ha tenido que retirar este mismo mes una campaña publicitaria publicada en la versión inglesa de la revista “Elle”, que ofendió a algunos lectores y al regulador británico de la publicidad por presentar en el suelo un maniquí femenino con las piernas extremadamente delgadas.

    L’enfant terrible, más allá de la edad

    El segundo ilustre creador invitado a iluminar el verano parisino es Jean Paul Gaultier, modisto de 63 años que lleva cuatro décadas epatando con sus colecciones, cuyos trazos maestros entre 1970 y 2013 se han instalado en el imponente Grand Palais hasta el próximo 3 de agosto.

    La muestra, concebida por el propio Gaultier y de marcado carácter interactivo, renuncia a un clásico itinerario cronológico y organiza el recorrido por temas: sirenas y marineros, el Punk Cancan revisitando la Belle Époque parisina, el sadomasoquismo, las faldas para “hombres-objeto”, la sensualidad de los cuerpos de Madonna o Kylie Minogue embutidos en corsés…

    Incombustible Gaultier

    La muestra itinerante, que ya han visitado más de 1,5 millones de personas en todo el mundo, acompaña el hechizo del iconoclasta de la costura y el perfume con la magia de maniquís animados que hablan con los visitantes y con hologramas que amenizan el periplo por los senderos creativos del gran provocador de la alta costura.

    La retrospectiva, organizada en una imponente nave de piedra, hierro y cristal erigida para la Exposición Universal que se celebró en París en 1900, coincide con la aparición este mes de un álbum recopilatorio con las canciones favoritas de Gaultier, entre las que figuran temas de Catherine Deneuve y Serge Gaingsbourg, Madonna o Conchita Wurst. EFE

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