Miedo al veterinario

  • La visita al veterinario puede generar miedos en la mascota, la recomendación principal es tratar al animal con cariño en todo momento. Te sugerimos algunos trucos para que la consulta no se dificulte.

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    Es frecuente que la mascota sufra algún tipo de malestar emocional al momento de la consulta con el veterinario, pero la importancia de vacunar y cuidar su salud debe estar en primer lugar.

    El miedo al veterinario se llama “fobia canina”, que puede reducirse con visitas habituales, premios y algunos trucos, según recomienda el portal Consumer.

    La educación del perro implica lograr que relacione la experiencia del veterinario con una vivencia positiva. Los  premios comestibles para mascota pueden servir. Elegir un veterinario de confianza y cariñoso con los animales es una de las pautas para que la visita al especialista se convierta en un momento agradable.

    Los perros que temen la visita al doctor canino presentan las siguientes manifestaciones:

    – Ladran

    – Gruñen

    – Se esconden

    – Hacen sus necesidades en la consulta (de puro miedo)

    Consejos para ayudarlo: 

    1. Visitas frecuentes y con premios: Cuando el perro ya desarrolló el miedo, sería conveniente llevarlo fuera de consulta y premiarlo con alguna galletita o algún comestible para mascota.

    Acostumbrá al perro a esta actividad desde cachorro, no solo cuando presenta algún síntoma de enfermedad, ni cuando solo le toque la visita con el veterinario, es importante realizar consultas rutinarias. Estas medidas ayudarán a asociar la entrada en la clínica con un momento placentero.

    2. Hacer varios viajes en auto: las mascotas que viajan en auto solo rumbo al veterinario, todo viaje en automóvil relaciona con las consultas. Entonces, es conveniente incluirlos en cualquier paseo para que se acostumbre y sea más relajante su viaje, ofrecerle alguna galletita, acariciarlo en todo momento. Evitá que el único uso del automóvil para la mascota sea la temida visita al especialista canino.

    3. Tratale siempre con amor: hay gatos y perros que no permiten ser tocados por ninguna persona extraña y la visita al veterinario se convierten en un momento traumático para el animal. Por lo tanto, lográ que las mascotas se acostumbren a ser acariciados. Jugá con él de modo a que quiera hacer con cualquier persona y que no vean estas acciones como un peligro.

    4. No trasmitas tus nervios al animal: los perros deben estar tranquilos en todo momento de la consulta y sus cuidadores también. Los perros captan el estado de ánimo de las personas, y más aún el de sus dueños, y si se muestra alguna emoción o estrés, el animal se contagiará.

    5. En último caso, veterinario en casa para los más miedosos: en caso que no logres amansar a la mascota bajo ningún truco, la otra alternativa es que pidas realizar la consulta a domicilio para que el animal sea atendido en un entorno familiar y se sienta en confianza.

     

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