¡Por los que brillan!

  • Tuvieron meses de preparación, las salas de sus casas están empapeladas con cada una de las entrevistas en las que fueron protagonistas, la tricolor está colgada por la puerta de la habitación, y las medallas demuestran que esa es la casa de atletas comprometidos con su pasión, pero más que nada con su país. Por […]

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    Tuvieron meses de preparación, las salas de sus casas están empapeladas con cada una de las entrevistas en las que fueron protagonistas, la tricolor está colgada por la puerta de la habitación, y las medallas demuestran que esa es la casa de atletas comprometidos con su pasión, pero más que nada con su país.

    Por un lado Ana Camila Donatella Pirelli Cubas y por el otro Víctor Abel Fatecha. Durante días se olvidaron de sus amigos, sus familias y sus actividades. Los Juegos ODESUR (Organización Deportiva Suramericana), eran su prioridad. Luchar por la medalla de oro era la consiga, lo mejor llegó y de la mano de ellos.

    Cami (como la llaman sus íntimos) es considerada una especie de «Santa» en Ayolas donde vivió durante muchos años. Su nombre comenzó a sonar cuatro años atrás, fue tercera en el concurso de heptatlón de los Sudamericanos de Medellín. Pero sus inicios se dan a los cinco años en la natación hasta que da un giro impensado y va hacia los hechizos del heptatlón. Lleva en la sangre el estigma de la perfección y así lo demostró en Santiago de Chile al quitarle chispas a la pista. Dejó segunda a la argentina y tercera a la venezolana. Sumó 5.669 puntos en una de las modalidades más difíciles.

    Por el otro lado esta Víctor Abel Fatecha que también trajo la medalla de oro en el deporte madre, el atletismo. El 14 de marzo la imagen con su medalla recorría el mundo. El himno nacional paraguayo se imponía y el dorado brillaba en los corazones. Un colombiano y un brasileño luchaban por el título pero nadie pudo hacerlo sombra a Fatecha. Con una marca de 76,09 metros, se apuntaló.

    Tropecé con varios puntos en común entre ambos: comenzaron desde pequeños, nunca se rindieron, aman el rojo, blanco y azul, buscan la perfección en cada una de sus competencias, así como entrenan también necesitan de quienes apoyen el deporte al que apuestan día tras día, estoy segura que vos vas a encontrar más parecidos.

    Espero que cuando veas estos rostros en la calle no te sean indiferentes, espero que los identifiques, y si tenés que hacer una pausa en lo que estés haciendo lo hagas, para saludarlos, pedirles quizás un foto y demostrarles tu admiración. Viajaron kilómetros y kilómetros y trajeron una medalla de oro para tu país. Entre tantas noticias negativas que recorren el mundo sobre Paraguay ellos hacen que también lo positivo salga a la luz.

    fatecha-tricampeon

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