Pinterest tiene la culpa

  • Aprendiendo cosas nuevas.

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    Nunca en mis 27 años fui una chica “Utilísima”. De hecho, mi tele está programada para saltear ese canal. Las manualidades jamás fueron lo mío y lo sé desde los 4 años, cuando en la muestra de fin de año del jardín pegaron mis dibujos en la última fila de trabajos, debajo de las obras de arte de los pequeños Picassos que tenía como compañeros. Cada 14 de febrero lo reconfirmo, con mis amigas fabricando grandes cajas rojas en forma de corazón o armando álbumes de fotos a mano, mientras yo voy al shopping a ver qué encuentro ya hecho y terminado.

    Pero esto de ser torpe con las manos no solo afecta a las artes plásticas; también me impide cocinar decentemente (todo se me quema, o por miedo a que se queme termina crudísimo), y  la única vez que osé agarrar una plancha terminé quemando la blusita que pretendía estrenar esa noche. Capaz piensen que no sé hacer nada de esto por malcriada, pero créanme que en casa a nadie le gusta cocinar y cada quien se plancha su ropa, así que siempre termino preparándome un sándwich y “planchando” mis blusitas con el secador de pelo.

    Sabían lo del secador de pelo, ¿no? Es un tip que descubrí en Pinterest. Qué adictiva esa página, y ni hablar de su app para smartphones. Tantos años evitando mirar Utilísima por miedo a que me entraran ganas de hacer alguna de las recetas o manualidades que las conductoras hacen parecer tan fáciles, para que a alguien se le ocurra inventar Pinterest. Si no saben qué es, no sé si recomendarles que bajen la aplicación, porque hay quienes entran para saber cómo armar sus looks, ver fotos de famosos y compartir frases de amor –o, en su defecto, de despecho amoroso-. Eso es inofensivo. Pero si son torpes como yo y empiezan a toparse con ideas de nailart, detalles de decoración para el hogar y recetas deliciosas que según quien las postea no llevan más de 20 minutos de trabajo, corren el riesgo de creerse Narda Lepes y poner manos a la obra aun sabiendo, en el fondo, que esas cosas no son para ustedes. Hablo desde la experiencia, porque hace unos días me pasó.

    En la sección de nailart encontré la foto que pueden ver más abajo. El corazoncito me pareció un lindo detalle, y como era domingo y no tenía nada mejor que hacer puse manos a la obra. Primero me puse una capa de esmalte transparente porque dice la leyenda que así el esmalte dura más. Después me pinté cuidadosamente de rojo, apliqué otra capa de esmalte transparente y esperé a que se secara. Ni me moví, fui muy buena chica. Como en la imagen no se entiende bien qué tipo de cinta hay que usar para hacer el corazoncito, agarré una cinta doble faz que tenía en casa. Qué orgullosa me sentí cuando la doblé, corté como en la foto y al abrir encontré un corazón perfecto! Sinceramente creí que ya tenía el partido ganado. Me pegué la cinta en la uña, coloqué el esmalte dorado en el agujero… y arruiné todo. El esmalte se corrió por debajo de la cinta y terminó en forma de mancha no de corazón. Traté de despegar la cinta de mi uña y el pegamento mezclado con el esmalte me hizo un enchastre, así que agarré quitaesmalte con la intención de volver a pintarme esa uña sin el bendito corazón, pero el dedo gordo de la mano que atajaba el algodón con acetona se pegó al algodón y terminé arruinando el esmalte de ese dedo también. En síntesis, perdí 2 preciadas hora de mi domingo peleando con mis uñas por culpa de Pinterest. Y no me salió.

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    Con la sección “recetas” tuve mejor experiencia, aunque casi termino en el hospital. Encontré una receta de muffins de banana y chispas de chocolate tan pero tan fácil que me animé a probar. Primero fui al centro a comprar los pirotines (esos papelitos que se le pone a los muffins), y 2 tarteras especiales para muffins (me costó Gs. 49.000 cada una), recorrí 3 supermercados hasta conseguir las chispitas de chocolate, y volví a casa convencida de que iba a hacer los muffins más ricos de la historia. Seguí todos los pasos al pie de la letra, y cuando los metí al horno volví a creer que tenía el partido ganado. La receta decía “horno a 180º por 20 minutos”, pero para evitar que se me quemaran decidí seguir la evolución de mis muffins sentada frente al horno. Como sabía que si abría el horno a cada rato se iban a deshinchar espiaba a través del vidrio empañado, pero el tiempo parecía eterno.

    Cada vez que tengo un ataque de ansiedad me tranquilizo comiendo. Esta vez abrí la alacena de casa y encontré un tubo de papas fritas. Sin darme cuenta, me lo comí entero. Sin respirar siquiera, comí las papas una tras otra mirando siempre si mis muffins crecían o no, si se quemaban o no, si había que poner la fuente de arriba en la hornalla de abajo y viceversa para emparejar la cocción. Cuando los muffins estuvieron, volví a sentirme Narda Lepes. Los retiré del horno en el punto perfecto, los probé y eran una delicia, pero al segundo muffin se me empezó a retorcer el estómago y me acordé que había acabado de comer 1 tubo entero de papas fritas. Las horas posteriores fueron fatales. Estuve tirada en la cama todo el día con un terrible mal de estómago sin poder moverme. Todo por culpa de Pinterest.

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    Por eso no sé si recomendarles que descarguen la aplicación. Para colmo ni hablar del efecto que la sección “Braids” tiene en mujeres cursis que sueñan con su boda como yo. Pero eso merece un capítulo aparte. Por ahora me despido, pero por si les entró curiosidad les dejo la receta de los Muffins de banana y chispas de chocolate, no sin antes recomendarles que NO los mezclen con papas fritas. Que disfruten!

    Denisse

    MUFFINS DE BANANA Y CHOCOCHIPS (para mujeres sin demasiadas dotes culinarias)

    Harina 000350 gramos
    Polvo para hornear15 gramos
    Azúcar200 gramos
    Manteca130 gramos
    Huevos2 unidades
    Leche200 cc.
    Esencia de vainilla1 cucharada
    Bananas6 unidades
    Chispas de chocolatemedia taza

     

    1. Usando las manos, mezclar la manteca a temperatura ambiente con el azúcar y la esencia de vainilla. Cuando no queden grumos, revolviendo con cuchara o batidora manual (no eléctrica) agregar los huevos.
    2. Siempre revolviendo, agregar la harina y el polvo de hornear de a poco, intercalando con la leche.
    3. Adicionar las bananas previamente pisadas con tenedor, y las chispas de chocolate.
    4. Colocar la mezcla en pirotines de papel, y disponer los pirotines en moldes para muffins.
    5. Hornear a 180º por 20 a 30 minutos.

     

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