MIA y ANA: ¡las princesas están en serios problemas!

  • Transtornos de la alimentación en adolescentes.

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    Confieso que la moda de los “princesos” causó gracia, entre tantas actividades doy clases de desarrollo del potencial humano a adolescentes, y el otro día para congraciar con mis alumnos, iniciamos un juego en el que los verones eran princesos, ellos explotaron de risa, sin embargo ellas quedaron mudas. Y esa rareza llamó mi atención.

    Debido a eso decidí indagar sobre las princesas y navegando por la red descubro que se trata de un movimiento a nivel “tribu urbana” que descienden directamente de las “Ana y Mia”, las ANA son chicas entre 12 y 20 años con diagnóstico de ANOREXIA y las MIA son chicas de entre 12 y 20 años con diagnostico de BULIMIA, por debajo de ellas están las “Pro Ana” y las “Pro Mia” que usan los métodos de las pacientes sin estar tan enganchadas con la psicopatología, ya que, su psiquis no desarrolló “distorción de la imagen”.

    Las ANA y las Pro ANA se distinguen por una pulsera de cinta roja en la muñeca izquierda y las Pro Mia usan una pulsera de cinta violeta (lila) en la muñeca derecha.

    Las princesas son las chicas de entre 12 y 20 años (estadísticamente) que simpatizan con las ANA y las MIAS y las Pro Ana y Pro Mia porque están convencidas de que para ser amadas deben ser extremadamente delgadas.
    Me he topado con poemas y rezos a las diosas ANA y MIA que no me animo a retratar en este post, ya que al leerlos se puede notar lo mucho que estas niñas sufren y sobre todo, lo espeluznante que es cuando fingen ser “normales”. Y más espantoso es que por tanta desatención del entorno (padres, docentes, amigos, adultos en general) ellas creen que nos engañan a todos, nos dicen lo que saben que queremos oír, fingen ser, fingen sentir. Lo grave en fingir es que esa persona pierde la habilidad real y maravillosa de sentir de verdad, la costumbre de fingir anestesia el alma.
    No crean todo lo que sus hijas, sus mujeres, sus princesas digan. Un acto vale más que un millón de palabras y todas las imágenes juntas.

    Consejos:

    1. Cuidá y controlá la dieta en tu casa, asegúrate viendo vos misma cuando comen a tus hijas al menos una vez por día en una cantidad “normal”
    2. Para engañar al hambre se ponen a limpiar la casa o cuidar a los hermanitos, sospechá de tanta generosidad.
    3. Usen todos el mismo tamaño de plato
    4. Si tu princesa fuma tabaco…sospechá.
    5. Tardar demasiado tiempo comiendo.
    6. Muchas horas de gimnasia.
    7. Atenta al consumo desmedido de cafeína en café o coca zero.
    8. Controlá las páginas web a las que accede tu princesa, hay demasiada información peligrosa online.
    9. Si tenés una vida adulta y aún seguís luchando, decidí vivir, ¡busca ayuda hoy mismo! ¡Conectate con la vida, tu vida es hermosa y vos ya sos hermosa!
    Los adolescentes sienten todo, más que sin el manual de acciones que ya tiene un adulto mayor de 30 años. Oímos a los niños hablar como adultos y pensamos que son grandes y no lo son. Son niños, son niñas, ¡son princesas!
    Lic. Romina Geli
    Psicológa clínica UAP
    (0986) 35 92 30

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