Cómo vestirnos bien gastando menos

  • En los últimos años mi relación con lo que visto se convirtió en parte de un proceso de autoconocimiento. Y hoy aprendí que pudiendo tener mayor cantidad de ropa, a la hora de comprar, prefiero invertir en calidad.

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    Calidad no necesariamente tiene que ver con la marca ni el precio, la calidad y la caída, hacen a la prenda. Y, en teoría la cantidad de veces que uses una prenda, la hará pagarse sola.

    Otro dato importante es que, a la hora de comprar, me pregunto si esa prenda que estoy mirando es versátil (si al menos la voy a poder combinar con otras tres prendas de mi ropero) y si, el modelo, color, textura, seguirá vigente en al menos los próximos cuatro años.

    Comprar vendría después de un ejercicio de creatividad de conocer lo que tengo, optimizar las combinaciones y no desbordar el ropero de ropa para no volver a repetir.

    Necesitamos aceptar que la ropa no es descartable, y que para vestirnos bien, hacer buenas elecciones es importante vernos reflejadas en esa prenda, y darle una nueva visión a la moda:

    • Repetimos lo que amamos.

    Es posible vestirse bien probando las ropas que tenemos de varias formas, empezando por conocernos, mirarnos al espejo, de paso, vamos arreglando, y hasta podríamos armar una bolsa con ropas que ya no tienen que ver con nosotras y llevarlas a una institución de caridad.

    Con este tipo de moda para la vida real, podemos salir del deseo de tener más, y comenzar a usar más, usar mejor.

    firma nueva

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