Beneficios de jugar con tu bebé frente al espejo

  • A un bebé de 6 meses le encanta el espejo porque refleja la luz, este acto lo ayuda a explorar y a experimentar.

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    A partir de los 6 meses de edad, a los bebés les encanta ver cómo se reflejan las luces en la superficie del espejo.

    Foto: Lets Family

    En este momento, el espejo es un estupendo antídoto contra el estrés por la separación de su madre. Al verse en él y ver reflejado un rostro, el bebé tiene la reconfortante sensación de encontrarse siempre en compañía.

    Lo ayuda a conocer su cuerpo

    Para ayudar a tu hijo a que conozca su cuerpo ponlo un rato a jugar delante de un espejo en el que pueda verse completo. El espejo va a enseñarle acerca de su lenguaje corporal y cómo se ve él mismo.

    Si con 8 meses de edad todavía es temprano para saber que la imagen que ve es la suya, a medida que crece se acostumbra a verse y a relacionar los gestos y movimientos que hace con los que observa en “el otro”, se va dando cuenta de que se trata de su propio reflejo.

    La empatía

    Cuando colocas a tu peque a jugar frente al espejo lo estás ayudando a ser empático.

    El niño que se mira, sonríe y encuentra respuesta a su alegría, aprende a sentir empatía por los demás.

    Favorece su desarrollo cerebral

    Cada vez que puedas, acompaña a tu hijo a jugar delante del espejo. Además de que observe su imagen e interactúe con ella, el hecho de verse mientras lo cargas, lo besas, lo acaricias, le produce una gran satisfacción.

    Si bien, enfatizamos en ello, siendo todavía un bebé no será totalmente consciente de que se trata de él mismo, ver tus gestos y la relación que estableces con él, la otra mamá que es igualita a ti y el bebé que ella carga, le producen emociones placenteras.

    Le ayuda a conocer su entorno

    Desde muy pequeño tu hijo se mantiene atento a todo lo que hay y ocurre a su alrededor.

    Si cambias cualquier elemento dentro de la habitación donde está, como si se tratara de un experto en decoración, va a notarlo. Su objetivo y hobby es ese: el de observarlo todo para poder aprender del medio que le rodea.

    Un espejo colgado en la habitación del bebé va a servirle bien para alcanzar con la vista aquellos lugares que le quedan detrás o en un ángulo diferente a la posición en la que se encuentra; o bien para reforzar el conocimiento que ya tiene de su espacio.

    Su imagen en el espejo lo calma, lo entretiene y lo hace sentir seguro

    Un niño se siente seguro y en confianza cuando está junto a otro niño.

    El ver al otro infante sonreír, jugar, patalear animado, le produce el mismo efecto, lo calma y lo relaja.

    El movimiento corporal y todos los gestos que hace ese que le acompaña lo entretiene sobremanera, incluso, más que cualquier muñeco.

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