Un color para cada persona

  • Como fundamento principal, es importante definir cuál es el grupo de colores que hacen que una persona se vea más bonita, (a través de un análisis del color personal) y después pensamos que colores quedan mejor con esas primeras.

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    Foto: Instagram

    Para definir un color, no sólo basta con que sea acorde a nuestro color de piel, ojos, y cabello natural, también es importante identificarnos con ese color.

    Si mi personalidad, y lo que quiero transmitir no van con el color rosa, es mejor optar por aquel color que si nos identifique y proyecte lo que queremos lograr, por eso, no existen colores de moda, sino aquellos que van con cada persona.

    Así, escogiendo a lo largo de la vida piezas de colores que tengan que ver con nuestra esencia, vamos construyendo un ropero coherente, en que todo combina con todo.

    Para empezar a identificar, los colores que tenemos en el ropero y planear futuras adquisiciones hagamos un pequeño ejercicio:

    Con una libretita y bolígrafo vamos hasta nuestro ropero, y comencemos a hacer una lista de las partes de abajo y las partes de arriba que hay allí, en otra lista paralela separemos los colores neutros de los más coloridos.

    Tipo (12 partes de abajo, 8 en colores neutros, 4 en tonos vivos, 20 partes de arriba, 18 en colores neutros, 2 en tonos vivos). A este ropero le faltarían partes de arriba en tonos vivos y la dueña podría programar sus próximas compras para salirse mejor que encomienda!

    Esto sería consumo consciente, racional e inteligente.

    Este análisis podría también continuar en piezas de frío o calor, colores claros y oscuros, lisas o estampadas, formales e informales… todas direccionan a construir un ropero funcional, además de muchas ideas nuevas de coordinación.

    Sólo es cuestión de organizarnos, y que mejor que un fin de semana largo para ordenar nuestro ropero, no porque la ropa sea lo más importante, sino porque al organizarnos, podremos disfrutar más, y mejor de lo que realmente importa.

    Pensemos siempre que toda pieza de ropa que tenemos en el ropero o que queremos comprar, debería rendir al menos tres looks diferentes. Eso quiere decir que cada pieza debe combinar si o si con otras tres piezas de ropa que ya tenemos.

    Esto hace sentido a, que poco vale la pena tener tres básicas blancas, o tres jeans, o mucho de cualquier prenda, no vale repetir sino de crear looks variables y versátiles. Este es el secreto de un ropero que funciona.

    Recordemos siempre que: menos es más.

     

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