Tiene 14 años y lucha por dejar el crack

  • Historia de vida en el Centro Nacional de Adicciones

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    Por Patricia Cañete

    patriciac@uhora.com.py

     

    «Por mi hijo tengo que estar bien porque me va a necesitar mucho. Ahora estamos bien y vamos a salir adelante», afirmó convencida y con ganas de ganarse el mundo M.I. quien con sus escasos 14 años está embarazada de 6 meses y se encuentra en proceso de rehabilitación en el Centro Nacional de Adicciones por consumo de crac, una de las drogas más dañinas, según expertos.

    Lo de «la tercera es la vencida» no se cumplió con ella, este es su cuarto ingreso para desintoxicarse, pero esta vez lo hizo en forma voluntaria: «por mi hijo», repitió varias veces.

    Pese al futuro incierto, la adolescente que será madre en tres meses más, contenta dijo que su bebé está bien pese a sus dos años de adicción. «Empecé a los 12 años y acá estoy otra vez», contó. Su situación es sabida por su madre con quien vive en Asunción y quien la espera afuera.

    En el centro, dentro del proceso de desintoxicación, recibe refuerzo escolar con las asignaturas pendientes del colegio que dejó dos años atrás, cuando se inició en el consumo.

    «Sé que si sigo en lo mismo no nos espera nada bueno. A veces me siento sola, pero acá me cuidan y están pendientes de los dos», explicó al momento de cambiar de expresión y con una ternura que se reflejaba en su mirada y rostro de niña recordó y exclamó: «¡En octubre vienen mis 15 años también!» y su frase se perdió en medio de una sonrisa que se convirtió en carcajada ante la atenta mirada de los chicos que la acompañan en el centro.

    Voluntad, decisión, reflexión, recaídas, entusiasmo, tristeza, forman parte de los estados por los que pasan quienes sufren de adicción, una enfermedad crónica que no se cura y es recurrente como el caso de M.I., explicó el doctor Manuel Fresco, director del Centro de Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud Pública (MSP).

    «Si se tiene una dependencia al crac, fumás y te volvés loco por repetir cada media hora y durante la desintoxicación se corta la compulsión al consumo, entrás, te limpiás y ya no tenés esa presión por volver a consumir enseguida. No se tiene fisuras, como dicen, esa abstinencia, esa obsesión por el consumo. Este periodo permite que puedas pensar mejor si vas a dejar, si volvés al trabajo o si decidís hacer terapia», explicó.

    Es un momento para limpiar el cuerpo y la cabeza porque la situación es distinta cuando un adicto está obsesionado con la droga y otra cuando está en recuperación que no tiene un plazo, sino que es día a día.

    Inicio

    El especialista manifestó la preocupación porque cada vez son más jóvenes los que llegan al servicio en busca de ayuda. Es el caso de un niño de 8 años traído desde Encarnación en situación de calle. Aclaró que la dependencia no es exclusividad de chicos alejados del entorno familiar, sino que niños de 10, 12 y 15 años con familia también caen en la adicción por depresión, por el entorno… Otro aspecto guarda relación con el género, cada vez son más niñas las que consumen y se vuelven adictas.

    El inicio se da por lo general con drogas lícitas como el alcohol y los cigarrillos. «Antes solo los varones tomaban alcohol, ahora también lo hacen las niñas. Las mujeres son más sensibles al alcohol y más rápidamente desarrollan la dependencia y es con el alcohol con el que se empieza, difícil que sea con crac, a no ser que se tenga un entorno muy cercano de consumo», puntualizó.

     

    Fuente: Diario Última Hora

    Más información sobre el Crack: ¿Cómo detectar si una persona cercana está consumiendo?

    Observación: Crack también llamado «crac», «chespi», «pasta base», «paco». Aunque existen algunas mínimas diferencias, todas estas drogas son residuos de la producción de cocaína.

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