Madonna, 56 años después

  • Madonna cumple 56 años como si el tiempo se hubiera detenido en ella. Aún es la reina del “pop” y su carrera musical, una lección obligada para toda aspirante a chica mala de la música, pero sus canales de transgresión han cambiado, ahora, las redes sociales son su vehículo de protesta

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    Antes en los escenarios, ahora en Instagram, Madonna no está dispuesta a que el foco informativo deje de iluminar sus idas y venidas, así que sube fotos a la red social con la axila sin depilar o con la mascarilla facial puesta para impedir que las “nuevas” le arrebaten el cetro de la extravagancia que tanto le costó conseguir.

    Madonna publicó esta foto, recientemente, en su cuenta de Instagram. EFE.

    Madonna publicó esta foto, recientemente, en su cuenta de Instagram. EFE.

    No es la primera vez que la diva muestra sus vellosidades, y para muestra una fotografía de 1979 en la que la cantante rubia, aún morena, lucía un protuberante vello púbico sin atisbo de pudor.

    “Madonna es la reinvención constante, su poder camaleónico le ha ayudado a perdurar”, explica Santiago Francia, un devoto seguidor de la artista, miembro de los clubs de “fans” Icon y Divina Madonna, que podría montar “un museo” con todos los objetos que ha atesorado de la ambición rubia, desde discos de edición limitada hsata cazadoras, pasando por una figura en resina que data de 1987.

    Provocadora nata

    Las actuaciones de Madonna han molestado al Vaticano y a algunos políticos. A Marine Le Pen le retrató con una cruz gamada

    Poco queda por decir de ella, pero si algo merece la pena subrayar en su biografía es su capacidad para reiventarse como diosa de la provocación, aunque estas inofensivas fotos en las redes sociales distan mucho de aquellas “performances” capaces de irritar a presidentes, ciudadanos conservadores y hasta al mismo Vaticano.

    Aunque la intérprete de “Like a virgin“, su catapulta a la fama mundial, ya ha celebrado los 56 años con sus amigos -dato obtenido de revisar su perfil en Instagram-, es hoy cuando medios de todo el mundo felicitan a la diva del pop que dijo “no” a la guerra de Irak en 2003 con la publicación de su “videoclip” “American life”, y que retrató a Marine Le Pen con una cruz gamada en la frente.


    “Madonna le dice a los líderes, con su música, que en el mundo hay injusticia”, asegura Santiago Francia

    Nunca le ha importado meter el dedo en la llaga -ha transitado con su música por terrenos pedregosos como la religión, la intolerancia sexual o la política-, y ni las represalias de grupos mafiosos o personalidades influyentes le han frenado en su afán por cambiar, a su manera, el mundo.

    Madonna es Madonna

    “A ella no le hace falta llamar la atención, lucha en lo que cree, defiende a las minorías y sus actuaciones son la oportunidad que encuentra para decir a los líderes que en el mundo hay injusticia”, esgrime Santiago Francia.

    La ambición rubia ha simulado en sus conciertos crucifixiones y se ha restregado por sus partes íntimas la bandera de algún que otro país, pero Madonna es Madonna, y todos estos detalles no han hecho más que acelerar la forja de un mito en vida que ha hecho sus pinitos en el mundo de la moda, diseñando para H&M, en el cine (sin mucho éxito) y como escritora de libros infantiles.

    Madonna Louise Verónica Ciccone (1958, Michigan), con “singles” para la historia como “Hung up”, “Vogue”, “Like a prayer”, “Frozen”, “Papa don’t preach” o “Music”, ha adaptado su estilo y su música a cada tiempo musical y social.

    A veces, ha potenciado su faceta romántica; otras, su lado más rock (¿quién puede olvidar las medias de rejilla que llevaba en los 80?) y la mayoría de ellas ha subrayado su parte más sensual, con la colaboración de diseñadores como Jean Paul Gaultier y el icónico “bustier” puntiagudo que el francés le confeccionó en los años 90.

    Aquella chica solitaria adolescente “que siempre quiso ser alguien”, como ella misma ha dicho, influyó a toda una hornada de jóvenes artistas, como Lady Gaga, Britney Spears o Christina Aguilera, y aún hoy muchos conciertos contienen un regusto palpable a sus puestas en escena (léase los de Miley Cyrus).

    Influyendo en la moda

    Su forma de vestir se esparció por los armarios de medio mundo, y su lengua afilada “perforó” las retinas de la puritana sociedad estadounidense de los años 80 que la consideraba una afrenta contra la decencia cada vez que se subía a un escenario como maestra de ceremonias de unos espectáculos imprevisibles y rompedores.

    Madonna no ha tenido la misma suerte en el terreno personal que en el profesional

    Santiago Francia, fan durante 31 años de Madonna, ha visitado muchas ciudades para ver en vivo a la cantante, pero su música no es lo único que admira de ella.

    También le emociona su biografía, el relato de una mujer “valiente, fuerte, que pasa de todo si la ocasión lo requiere”, dice este coleccionista “de todo lo que tenga que ver con la cantante”.

    En su vida personal ha tenido menos suerte que con sus discos. Perdió a su madre cuando era una niña, se divorció del actor estadounidense Sean Penn en 1988 y del cineasta británico Guy Ritchie en 2008, pero sus cuatro hijos, dos biológicos y dos adoptados, llenan el corazón y el tiempo de esta mujer que de vender “donuts” en Nueva York pasó a ser “la reina del pop”. 56 años después, lo sigue siendo.

    “Gracias por todo lo que nos das”, sería lo primero que le diría Santiago Francia a la ambición rubia, si pudiese disfrutar a solas de un minuto de su tiempo. “Ella lo inunda todo“, concluye. EFE.

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