La fotografía de moda toma el Thyssen

  • La exposición “Vogue like a painting” analiza, del 30 de junio al 12 de octubre, las semejanzas entre fotografía de moda y arte pictórico.

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    Ojear una revista de moda fue, hace tiempo, dejarse seducir por vestidos bonitos y por la cautivadora mirada de autores como Irving Penn o Erwin Blumenfeld, nombres que revolucionaron la fotografía, y cuyas imágenes demuestran en el Museo Thyseen, la trascendencia de las editoriales de moda.

    La exposición “Vogue like a painting”, que permanecerá en el museo madrileño del 30 de junio al 12 de octubre, es solo una gota del archivo de Vogue, que, especialmente, en sus inicios, contó con los más experimentales y vanguardistas retratistas de la época.

    Todas las imágenes escogidas tienen una clara inspiración pictórica. Una solitaria Claudia Schiffer fotografiada por Carmen Akras que remite directamente a las modelos de Hopper, o una Stella Tennat atrapada por el objetivo de Paolo Roversi, que parece pintada por Egon Schiele.

    Una imagen de Paolo Roversi/Imagen cedida por Conde Nast/EFE

    Una imagen de Paolo Roversi/Imagen cedida por Conde Nast/EFE

    “Quería hacer un pequeño museo dentro del museo. Cuando las fotos se publican en revistas, a veces la gente no se dan cuenta del valor que tienen y Conde Nast ha invertido mucho en imagen”, argumenta a Efe Estilo Debrah Smith, comisaria de la muestra, en unas declaraciones que podrían sonar autocomplacientes, sino fuera porque describe una parte de la historia.

    Desde sus orígenes, autores como Edward Steichen -que luego dirigió el departamento de fotografía del MOMA- o Irving Penn, una de las más originales retratistas de su tiempo, encontraron en revistas de moda como Vogue el sustrato perfecto para dar rienda suelta a su imaginación.

    Una imagen de PeterLindebergh/Imagen cedida por Conde Nast/EFE

    Una imagen de PeterLindebergh/Imagen cedida por Conde Nast/EFE

    Aquellas revistas contaba con una trabajo de calidad, diferente y original y el autor obtenía dinero para desarrollar otro tipo de proyectos menos rentables.

    Como prueba de este matrimonio de conveniencia, el medio centenar de imágenes de la muestra, en la que el publico no debe esperar ver solo fotografías de vestidos bonitos, es el caso de la instantánea de 1954 de Clifford Coffin, en el que tres mujeres vestidas de noche aparecen con la silueta completamente desdibujada y en clave claramente surrealista.

    “Son fotos muy pictoriales, con mujeres que parecen que están dentro de un cuadro”, explica Smith sobre una exposición, además del componente pictórico, también recorre las distintas etapas “de la imagen de la mujer”, en un recorrido que parte del retrato de “inspiración religiosa” con fotografías como la de Michael Thompson, convirtió a Carmen Kass en la Santa Isabel de Zurbarán.

    Después, escenas de interior, y un entorno más social, con escenas claramente impresionistas y victorianas, enmarcado en la naturaleza, como las de Peter Lindbergh o Grant Cornett.

    Además, Annie Leibovitz, Mario Testino, Tim Walker, Mert Alas y Marcus Piggott, Steven Klein o Nick Knight, son algunos de los autores seleccionados de esta exposición, en la que se han incluido dos vestidos.

    El impresionante “Queen Orchid” de Guo Pei, -autora del estrambótico vestido de Rihanna en el Met Ball-, y el un vestido de una de las últimas colecciones de la casa Valentino, que ha virado su imaginario hacia el arte pictórico renacentista y bizantino.

    “Ambos son como una pintura -señala-, aunque no sean fotografías, recuerdan al público que arte y moda están muy conectados”.EFE

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