El muro del machismo en Paraguay

  • El machismo es el muro con en el que tropiezan las mujeres de los partidos paraguayos para lograr listas paritarias en las elecciones, un reclamo al que se oponen desde el gobernante Partido Colorado al opositor Partido Liberal, que rechazó esa propuesta en una convención plagada de incidentes.

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    «Hay una resistencia tenaz a la paridad de los partidos paraguayos. Primero por una cultura patriarcal muy fuerte y segundo porque los hombres tienen una baja calidad democrática y se sienten amenazados por un emergente importante que son las mujeres», dijo a Efe María Angélica Cano Radil, del área de la mujer del Partido Colorado.

    En Paraguay no existe una ley que obligue a los partidos a presentar listas con el mismo número de candidatos hombres que de mujeres, como en países como Costa Rica, Ecuador o Bolivia.

    El partido colorado y el liberal contemplan en sus estatutos una participación de mujeres del 33%, mientras que el Frente Guasú, de izquierda, que es la tercera fuerza política de Paraguay, todavía no ha debatido la cuestión de la paridad, según dijeron a Efe fuentes de esas formaciones.

    En una convención la semana pasada los miembros del Partido Liberal rechazaron la propuesta de la Dirección de la Mujer de elevar ese porcentaje al 50%.

    Ello ocasionó una ruidosa protesta de las votantes, que derivó en el imprevisto abandono de la convención de Miguel Abdón Saguier, el presidente del partido, tras denunciar la hostilidad de sus compañeras.

    Días después Saguier cesó a María Asunción Britos como coordinadora de la Dirección de la Mujer y la acusó de haberle agredido lanzándole un objeto.

    Britos lo negó y explicó que la votación estuvo plagada de irregularidades, entre ellas que votaron personas que no eran cargos representativos, conocidos como «convencionales».

    «Lo que hubo fueron protestas, no agresiones, porque no todos los que votaron eran convencionales, eso es lo que desató nuestra furia. Sé además que se hicieron reuniones para que los convencionales votaran en contra», dijo a Efe Britos.

    Aseguró también que durante la presentación de la propuesta hubo intervenciones de representantes masculinos ofensivas hacia las mujeres, que calificó como «agresiones verbales de género».

    «Es totalmente un partido machista, desde el presidente del partido hasta el presidente de cualquier comité», se quejó Britos, que milita en esa formación desde hace 10 años.

    Aunque contempla el mismo porcentaje de representación femenina que los liberales, el Partido Colorado se diferencia por el lado de género en que lo preside una mujer, Lilian Samaniego.

    De sus cerca de dos millones de afiliados, unos 900.000 son mujeres, según fuentes del partido.

    Sin embargo, la formación fundada hace 127 años tampoco escapa de las acusaciones de discriminación.

    «Es un partido machista. Nunca hemos tenido peso, solo a título individual, mujeres que han sabido ganarse la simpatía y el respeto de los hombres del partido», declaró a Efe Doriña Peña, a sus 83 años una referencia entre las mujeres de la formación política.

    Sin abandonar la batalla en el seno de su formación, Cano Redil es coordinadora de Parlamento Mujer, una iniciativa pionera en América Latina que reúne una vez por mes en el Congreso a mujeres de varios partidos para discutir temas de género.

    «Nació hace diez años como una articulación ciudadana en analogía al funcionamiento del Congreso. Somos como una caja de resonancia de lo que es la agenda de género en el Congreso. Hacemos cabildeo, audiencias para que se traduzcan en leyes o en modificaciones de leyes», contó Cano Radil.

    Agregó que Parlamento Mujer respaldó a Britos y al resto de las mujeres liberales.

    «No se trata de una cuestión ideológica, sino de dominio de un grupo sobre otro. Fundamentamos la paridad desde el concepto democrático de la representatividad. Hay representatividad territorial, ideológica y buscamos la representatividad de género», dijo.

    Cano Redil cree que Parlamento Mujer es una de las herramientas que posibilitarán una futura ley de paridad, como existe en otros países de la región.

    «Sabemos que no va a ser fácil y estamos en una etapa de debate, el de democratizar el patrón machista de la política, democratizar la democracia», dijo Britos. EFE/Chema Orozco

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