Cinco razones para no visitar a una madre después del parto

  • Después del embarazo, llega el momento en que el vínculo entre madre e hijo se incrementan y se vuelve tan emocionante que se quiere disfrutar al máximo de esa privacidad.

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    Es muy normal que las personas que estuvieron desde un principio en tu embarazo estén presentes tan pronto nazca tu bebé.

    Aunque la intención de estar presentes en todo momento es buena, existen varias razones por las que visitar a la nueva mamá justo después del nacimiento del bebé es una molestia más que una comodidad. Te presentamos algunos aspectos que deben considerarse antes de visitar a la nueva mamá, según el portal Vix.

    Tiempo para relacionarse

    Se le presentarán diferentes desafíos a la mamá con la llegada del bebé, por lo que es bueno que tenga tiempo para conocerlo, tiempo para disfrutar de la pequeña carita de aquello que estaba sintiendo dentro de ella.

    Enfrentar la interrupción de visitas en este momento puede ser más agotador que placentero. Antes de presentar al pequeño al mundo, seguramente ella quiere conocerlo primero.

    Descansar

    Muchos cambios han ocurrido en el cuerpo de la mamá durante y después del embarazo y, por supuesto, puede llevar un tiempo volver a conectarse con su nueva forma corporal sin el bebé en su vientre, así como afrontar los cambios en el nivel emocional.

    En este contexto, es recomendable que la mami se tome el tiempo suficiente para experimentar sus sentimientos en esta primera etapa posparto y que descanse tanto como pueda antes de recibir visitas.

    Tiempo para amamantar

    La lactancia materna no es fácil. Dar el pecho al bebé causa aprensión en muchas mujeres, pero con calma y paciencia esta práctica se incorpora a la rutina de la mamá y el pequeño.

    Por lo tanto, es importante que la madre no se preocupe por la recepción de los invitados, sino que se tome su tiempo para acostumbrarse a este bello proceso.

    Puede ser estresante

    Lo último que necesita una mamá recién llegada a casa es sentirse presionada por cumplir con las expectativas de su familia y amigos.

    Las demandas del bebé ya la presionan lo suficiente, por lo que es bastante agotador que también tenga que lidiar con las demandas de los invitados.

    Atención dividida

    Los recién nacidos necesitan toda la atención de sus mamás. Recibir visitas durante las primeras semanas implica compartir esa atención con otras personas. La familia y los amigos pueden tener las mejores intenciones, pero difícilmente pueden ayudar en ese momento.

    La lista de amigos y familiares atentos que esperan conocer al bebé puede ser larga, pero una forma de respetar al pequeño y a sus padres es tratar de esperar a que ellos los inviten a conocer al nuevo miembro de la familia.

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