- diciembre 28, 2019
Llevar el almuerzo a la oficina es la opción más fácil y económica para mantener una buena dieta y obviamente cuidar el bolsillo.
Pero según el Consejo Europeo de Información para la Alimentación (EUFIC), recalentar algunos alimentos o almacenarlos de forma inapropiada resulta peligroso para el organismo.
La comida se puede convertir en el caldo de cultivo favorito para ciertas bacterias y para las temidas infecciones alimentarias. «El rango de temperaturas entre 5°C y 65°C es la zona de peligro: es en ese intervalo donde las bacterias se multiplican hasta alcanzar niveles inseguros», mencionan en el portal de salud de la Comunidad de Madrid.
Estos son los alimentos que no debes recalentar o al menos prestar mucha atención:
Pollo
Para consumirlo con tranquilidad debe estar bien cocinado. «La salmonella es común en las aves y una cocción insuficiente incrementa el riesgo. La temperatura ideal sería de 74°», precisa Jonathan E. Fielding, profesor de Salud Pública de la Universidad de California en una investigación sobre esa bacteria.
Como en la mayoría de las oficinas el medio para calentar es un microondas, prestá atención: estos aparatos no penetran por igual en todas las partes de la comida, algunas se calientan antes que otras. Para asegurarte de que su ingesta sea segura no deben quedar partes rosadas.
Arroz
Es uno de los favoritos de la comida para llevar, pero se vuelve peligroso si no se cocina de forma adecuada. El grano contiene esporas de bacterias que pueden provocar intoxicación. Aunque se hierva, pueden sobrevivir; y una vez cocido, a temperatura ambiente se multiplican y al recalentarlo no mueren.
Tomá como regla que cuanto más tiempo pasa el arroz a temperatura ambiente, más probabilidades hay de que desarrolle agentes tóxicos. Cuando no es posible comerlo recién cocinado, se aconseja guardarlo en la heladera lo antes posible (antes de una hora) y no dejar pasar más de 24 horas hasta su consumo. La intoxicación por este alimento puede provocar vómitos y diarrea.
Papas
Cuidado con los purés y guisos que contengan este apreciado tubérculo. El riesgo aparece en el proceso de almacenamiento. Si la papa se deja enfriar a temperatura ambiente puede desarrollar Clostridium botulinum.
“Produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, donde generan una toxina. Al ingerirla, incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina pueden provocar intoxicación grave”, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Es crucial refrigerar el plato hasta su consumo.
Champiñones
Las proteínas de este hongo se destruyen fácilmente por enzimas y microorganismos. Mantener los champiñones a temperatura ambiente, una vez cocinados, es peligroso.
“La recomendación general es no recalentarlos porque sufren el riesgo de deteriorarse. Mejor utilizar sólo champiñones frescos y enjuagarlos bien aunque parezcan limpios”, recomiendan desde EUFIC. Aunque si se han almacenado en frío y no por más de un día, no debería existir ningún problema en reutilizarlos, eso sí, calentándolos al menos a 70º.
Espinacas
Hierro, calcio, potasio… la lista de beneficios de este superalimento es larga, pero cuenta con una parte oscura.
Esta y otras verduras de hoja verde contiene grandes concentraciones de nitrato. «En sí misma, esta sustancia es inofensiva, pero se puede convertir en nitritos y de ahí en nitrosaminas, algunas de las cuales se conocen por ser cancerígenas». El proceso se desencadena cuando las espinacas se calientan, almacenan y, más tarde, se vuelven a someter al calor. De ahí que recomiendan evitar consumir las espinacas recalentadas.