- septiembre 14, 2015
Seguramente habrás escuchado ya muchas historias sobre la lactancia y sobre cuánto tiempo debería durar. Como en todo lo relacionado con la maternidad no existe una fórmula exacta que sirva para delimitar lo que es la lactancia materna prolongada y hasta cuándo debe darse el pecho al niño.
Sin embargo existen una serie de estudios que sí hacen algunas recomendaciones claras. Por ejemplo, la OMS aconseja que se de al bebé lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. También dice que después de los seis meses debe combinarse la lactancia materna con otros alimentos, a ir incorporando poco a poco a medida que el niño crece.
¿Hasta cuando se debe dar una alimentación mixta?
Esta es la pregunta más difícil de responder con claridad. Muchos profesionales recomiendan prolongar la lactancia a lo largo de los dos primeros años del niño. También explican que a posteriori se puede mantener la lactancia hasta que la madre lo considera oportuno, o hasta que el niño se destete de forma natural.
Dados los múltiples beneficios que tiene prolongar la lactancia, lo aconsejable es que, si la madre se encuentra cómoda y tiene la posibilidad de hacerlo, dé el pecho a su niño hasta que él quiera. Además, si es posible mantener la lactancia a demanda, es una buena práctica siempre que no suponga una gran dificultad para la madre.
No siempre es fácil conciliar todas las facetas de la vida cuando se está en una etapa en la que se responde a la necesidad del niño. Es muy importante recordar que la lactancia materna debe ser vista como algo relajante y como un momento de disfrute para madre e hijo, no debe ser algo que ocasione estrés por mantener unos horarios o por hacer las cosas de una forma determinada. Eso puede acabar por provocar dificultades para dar el pecho.
¿Después de los dos años qué hago?
Esta es una pregunta frecuente para muchas madres. Muchas veces por cuestiones familiares, laborales o por la presión social, madres que querrían seguir dando el pecho a su hijo acaban por dejar de hacerlo antes de lo que desearían hacerlo. En muchos lugares es normal que niños entre los 3 y los 7 años aún sean lactantes. A veces el factor cultural ayuda a las madres a no sentirse presionadas y prosiguen de forma natural con la lactancia materna.
Pasados los dos años sigue quedando a criterio de madre e hijo el momento en el que cerrar el capítulo de la lactancia materna. Esa es una decisión personal que debe estar libre de prejuicios y de vergüenza. Tanto si quieres dar el pecho de forma prolongada a tus hijos, como si prefieres destetarlos antes, lo importante es que sean niños saludables y que te preocupes por cubrir todas sus necesidades alimenticias y afectivas.
La lactancia materna no solo es una forma de dar a tu hijo los nutrientes y anticuerpos que necesita para desarrollar su cuerpo, sino que es también una forma de proporcionarle un entorno seguro y tranquilo que le ayude a desarrollar también su mente y a reforzar el vínculo madre-hijo. Es por eso que la decisión de que sea o no prolongada debe ser una decisión libre de prejuicios y a la que debes aproximarte con naturalidad. Los tiempos los marcas tú junto a tu pequeño, nadie más.