Traumas en la niñez o en la adolescencia, una educación muy reprimida en temática sexual o la falta de conocimiento sobre el sexo pueden ser algunos de los motivos de este mal. En la nota te contamos de qué se trata.
La palabra erotofobia es utilizada para referirse al miedo al sexo. «Las personas que sufren este trastorno sexual tienen un temor fuera de lo normal y persistente a las relaciones sexuales o a cualquier cuestión de índole sexual, ya sean preguntas, pornografía o juguetes y todo lo que tenga que ver con el erotismo», dice la web Muy Interesante de España.
Las personas que sufren este mal no hablan de sexo, reaccionan negativamente al material sexualmente explícito y prácticamente no tienen relaciones sexuales.
«El miedo y la culpa respecto al sexo parecen estar por encima de cualquier otro sentimiento positivo en este tema», describe la web. Por eso, estas personas normalmente tienen un desconocimiento general sobre sexualidad humana y un uso poco frecuente de anticonceptivos.
Los motivos de esta fobia sexual pueden ser muchos que abarcan desde traumas en la adolescencia o, en el peor de los casos, desde la niñez, una educación muy reprimida en temática sexual, por inseguridad extrema o baja autoestima.
En cuanto a las relaciones sexuales si estas se producen, en los hombres provoca problemas de erección y en las mujeres, dificultades para alcanzar el orgasmo.