- junio 28, 2014
Al llegar a los 30 comienza el periodo ideal para experimentar nuevas vestimentas. En la nota te sugerimos cómo podés estar cada día más linda.
Cada etapa de la vida llega con importantes cambios, y al llegar a los 30, las mujeres lo hacen con ideas claras acerca de lo que quieren y desean hacer con su vida. Estar a la moda, aunque seas mamá o no, no queda atrás.
Las mujeres, a esta edad, no solo están pendiente de la moda sino que además de lo que favorece y lo que no al cuerpo, qué lucir y cómo elegir estilos propios. Es importante tener cuidado con no vestir ropa anticuada o talle demasiado juvenil.
Si el ropero está lleno de camisas sin mangas y minifaldas, quizás estés necesitando ropa más apropiada para tu edad. Es recomendable cambiar cierta parte del estilo pero mantener el sello personal, colores favoritos y los diseños. La idea es buscar prendas neutrales, o estampados con flores grandes y tonos llamativos. Adecuate a cada temporada, elegí estilos modernos pero acorde a la edad.
Los sí y los no después de los 30, de la web Discovery Mujer:
– Respetá tu talla: utilizá ropas al cuerpo en lugar de holgadas, pero no compres tallas menor a la indicada.
– Apelá a una sensualidad sutil: además de usar el talle adecuado, es clave no lucir demasiadas transparencias en zonas del cuerpo sin cubrir, una mujer puede ser muy sensual sin caer en la exuberancia y la vulgaridad.
– No abuses de brillos y accesorios: estos complementos pueden dar un aspecto más elegante y femenino siempre y cuando se utilicen con moderación: lo mejor es no combinar prendas con brillo con accesorios llamativos.
– Procura adaptarte a la época: algunas mujeres se aferran a los ochenta, luciendo peinados voluminosos y vestidos que poco tienen que ver con la moda actual.
– Anímate a los jeans: las exigencias laborales quizás te estén haciendo adoptar un vestuario demasiado formal. Los jeans son una opción ideal para mantener un aspecto moderno y casual. Incluso hay vaqueros que nunca pasan de moda hacen ver juvenil y divertida.
Sin embargo, nunca te olvides conservar tu estilo femenino. A esta altura es probable que la maternidad haya cambiado por completo tu vida. Luego de dar a luz algunas mujeres comienzan a tener un aspecto más despreocupado y desalineado.
Pero no dejes que esto pase, tu autoestima y el bienestar es fundamental. No optes por prendas demasiado holgadas, cabellos revueltos y uñas sin limar.