No existe ningún juguete, ni comida, ni ropa interior que funcione mejor que el buen humor, la simpatía, el reír juntos de lo mismo.
Es un hecho que las más preocupadas por las estrías y las celulitis seamos las mujeres, ellos, los hombres, saben que las mujeres reales tienen fallas y lo que los deslumbra es como esta mujer normal con fallas normales se ríe y lo hace reír de estas fallas.
Nunca vas a ser perfecta porque paradójicamente ¡ya sos perfecta! El tema son los puntos de vista, como siempre, en la vida todo problema tiene solución cambiando el punto de vista. Desde el marketing y el consumismo siempre van a buscar venderte algo nuevo, y para vendértelo tienen que convencer de la falta que nos hace ese producto nuevo.
En ese proceso sentís que te falta unas extensiones para el pelo, un peeling para las manchas de la cara, o que ese dietólogo es el que finalmente te hará flaca, nos convencen de que todas tenemos que tener siliconas y la cola parada, cuando en realidad la capacidad de disfrutar de la sexualidad, incluso de los orgasmos no tienen nada que ver con la perfección sino con la falta de la perfección y la capacidad de reírse de eso.
Los hombres no cortan relaciones por cuestiones físicas, las cortas por cuestiones psíquicas, psicológicas, porque uno ya no es feliz donde está y eso nada tiene que ver con una lipoescultura o el peso ideal.
Esther Perel, sexóloga francesa habla de que ser sexy no es un estado sino una forma de vida. Según sus investigaciones una persona sexy es la que más está en contacto con su lado “juguetón” y que, en líneas generales, le tiene muy poco miedo al ridículo.
En contraposición las mujeres pendientes de cada detalle, obsesivas del orden y el control, viven en conflicto con el ridículo, hacen de todo con tal de no estar o quedar en ridículo… pagando, quizás este alto costo.
Liberate de la perfección para ser feliz, porque desde un punto de vista no existe y desde otro punto de vista nunca lo vas a lograr; en cualquier caso la cosa esta muy complicada y mejor ser feliz hoy, aquí y ahora porque mañana no sabemos.
¡No dejes para mañana la plenitud sexual que podes disfrutar hoy!