- octubre 16, 2013
Para hacer que el aire que respiras se encuentre más limpio solo tenés que seguir los siguientes consejos…
Ventilar: realizar por lo menos un par de veces al día por la mañana y después de comer para mantener el aire fresco, limpio y evitar en la medida de lo posible que se fume en los entornos cerrados.
Los muebles: Aunque a menudo nos olvidamos de ellos, los suelos, colchones y sofás son unos grandes acumuladores de polvo de aquél que además no tenemos ni idea de cómo eliminar. Lo mejor es hacerte con un aspirador o una de esas máquinas de limpieza de vapor para eliminar gérmenes y acabar con el polvo acumulado.
Humedecé: Es importante mantener el hogar con una buena humedad ya que de este modo es más difícil que las superficies tomen polvo y que este se matenga en el ambiente. Lo mejor para evitar que proliferen ácaros y hongos es mantener una humedad del 45% aproximadamente, lo que podrás conseguir gracias a un humidificador.
Ocupate de la detalles: Cortinas de tela, colchoneta, mantas para el sofá, cubre cama… Debes reducir al máximo la cantidad de textiles en el hogar, pues son sin duda los que mayor cantidad de polvo pueden acumular. Cuando los laves no olvides que es mejor tenderlos en el exterior y no en el interior del hogar.
Fuente: www.interiorismos.com