- diciembre 11, 2019
Es importante que nuestros niños entiendan desde pequeños que la economía es algo que los afecta de manera positiva o negativa en todos los aspectos de su vida. Los niños nunca son demasiado jóvenes para aprender a ahorrar o a invertir su dinero.
Al fin y al cabo, podremos heredarles a nuestros hijos una gran empresa, pero ¿sabrán administrarla? Por eso, no hay mejor regalo para ellos que el enseñarles a manejar su dinero y mostrarles cómo tomar las decisiones adecuadas.
Para educarles a nuestros pequeños a ahorrar y a administrar, consideremos 3 principios básicos: conocer, ahorrar y comparar.
1. Conocer
Aun que nuestros hijos sean muy pequeños y no comprendan todavía el concepto de los precios, ellos observan y aprenden desde muy temprano que el dinero se utiliza para recibir algo a cambio: en una máquina de dulces se deposita una moneda y se obtiene un chicle y aprender así es divertido.
Para los más grandes, además de la educación a través de la típica alcancía, es importante comunicarse con ellos en su propio lenguaje: a través del juego. ¿Sabías que Kiyosaky, conocido empresario y autor de Padre Rico, Padre Pobre, aprendió el mundo de las inversiones jugando Monopoly o lo que nosotros conocemos como Banquero?
Las vacaciones son una buena época para enseñar a los niños a valorar lo que el dinero cuesta ganarlo. La dinámica es muy sencilla: pagar a los pequeños una determinada cantidad por hacer las tareas del hogar como lavar los platos. Mediante esta acción los niños aprenden a tomar decisiones con dinero propio.
Exponer a los hijos a la idea del ahorro puede cambiar sus vidas. Incentivemos a nuestros hijos a hacer preguntas sobre el dinero y los hábitos financieros, y que sepan que como padres estamos disponibles para guiarlos en este tema. La clave se encuentra en el correcto acercamiento del tema con los niños y, sobre todo, en el buen ejemplo del manejo de las finanzas.
2. Ahorrar
Al dar a los chicos una determinada cantidad de dinero a la semana, podemos compartir con ellos algunas ideas para aprender a ahorrarlo y administrarlo, puede ayudarlos a comprender mejor su valor y a ser más responsables financieramente.
Podemos asignarles una cantidad mensual o semanal y decirles que ellos tienen que distribuir ese “ingreso” para su merienda, salidas, regalos, gastos de papelería y una parte para el ahorro. También podemos abrir una cuenta de ahorros a su nombre y que depositen el 10 % de su mesada o del dinero recibido en su cumpleaños o graduación.
Para incentivarlos a ahorrar, otra idea es decirles que por cada G. 20.000 que ahorren, el banco (o sea los padres) depositará cierta cantidad extra que sería el interés. El niño analizará que está ahorrando y que obtiene una ganancia. También ensenarles a llevar la cuenta exacta de cuánto lleva ahorrado, actualizándola cuando decida gastar algo del dinero, a pensar muy bien antes de comprar y evitar un gasto que después le haga arrepentirse.
Cuando nuestros hijos comiencen a trabajar como parte de su formación profesional, abramos con ellos una cuenta de ahorro. Esto les puede brindar estabilidad financiera tanto en el presente como en el futuro, además de que les ayudará a ser más organizados y responsables con sus recursos y la manera de gastarlos.
Por Lic. Jazmín Gustale y Lic. María Cazaña, economistas.