blog de denise hutter archivos - Ella Paraguay https://ella.paraguay.com/tag/blog-de-denise-hutter/ Todo sobre la mujer actual Mon, 27 May 2013 20:15:56 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.4.4 https://i0.wp.com/ella.paraguay.com/wp-content/uploads/2021/10/cropped-favicon-ella2021.png?fit=32%2C32&ssl=1 blog de denise hutter archivos - Ella Paraguay https://ella.paraguay.com/tag/blog-de-denise-hutter/ 32 32 126083585 (Mi) Proceso independentista https://ella.paraguay.com/blogs/mi-proceso-independentista/ https://ella.paraguay.com/blogs/mi-proceso-independentista/#respond Mon, 27 May 2013 20:15:56 +0000 http://ella.paraguay.com/?p=6205 Denise nos cuenta la experiencia de la mudanza y una nueva etapa en la vida.

La entrada (Mi) Proceso independentista se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
mudanza

Es impresionante la manera en que la vida de alguien –mía, en este caso- puede cambiar tanto en un mes. Normalmente escribía esta columna tranquila, acostada en la cama bajo mi edredón con mi notebook en el regazo, un café caliente en la mesita de luz y mi mamá y mi hermana dando vueltas por la casa haciendo ruidos que hasta hace poco creía que me desconcentraban, pero que hoy extraño. Este mes es distinto: estoy escribiendo esto en silencio, sentada en un piso frío, con ropa de entrecasa cubierta de polvo y salpicada de pintura. A mi alrededor hay cajas y paredes blancas. Nada más. Y es que, a mis 27 años –bien vividos y, sobre todo, bien mimados-, decidí independizarme.

Ojo: en casa de mis padres vivía cómoda y tranquila. Nunca me prohibieron salir ni me pusieron hora para llegar a casa. Jamás pedí permiso para nada, bastaba con avisar dónde iba a estar y con quién. Otro beneficio (que me da vergüenza admitir, eh) es que no aportaba nada a la economía familiar: con mi sueldo pagaba mis cuentas, mi combustible, mis salidas, mi ropa, me daba mis gustos, pero la comida, la luz, el agua, la empleada, el cable… todo se pagaba “solo”, como por arte de magia. Para colmo tenía un cuarto para mí sola, nadie tocaba mis cosas y mi relación con mis padres no podía ser mejor, pero este mes algo en mí hizo “clic”; me dije “ya estás vieja para seguir así” y me fui de casa. Sí, me independicé. Y recién ahí descubrí lo malcriada que era.

Todo empezó el 1 de mayo. A pesar de ser feriado trabajé normalmente, fui a la radio y como en las redes sociales no pasaba nada y las páginas de noticias estaban prácticamente inactivas, entré a una web de anuncios clasificados para que la hora pasara más rápido. La verdad que no entré a mirar departamentos en alquiler con la idea de mudarme, sino porque creo que en mi vida pasada fui agente inmobiliaria. Me encanta conocer los precios que se manejan en el mercado, cuánto varía el costo de una propiedad entre una zona y otra… Para mí es como salir a recorrer vidrieras sin la intención de comprar, casi un hobbie.

La cuestión es que durante el programa de radio encontré un departamento soñado a muy buen precio y a 20 cuadras de mi casa (si iba a dar semejante paso, quería seguir teniendo cerca a mi mamá. Taaaan temeraria no se puede ser). Como de tanto curiosear sabía que era una excelente oferta y que probablemente al día siguiente  alguien ya iba a haberlo alquilado, fui a ver el departamento esa misma noche y al día siguiente firmé el contrato de alquiler. Así, sin darme cuenta, el 2 de mayo había tomado una de las decisiones más grandes de mi vida.

Después de firmar me cayó la ficha: tenía un departamento VACÍO que equipar, lo que significaba darle un uso inesperado a los ahorros que tenía para viajar a Disney a fin de año. “Otra vez será, Mickey”, pensé, empecé a sacrificar mis horas de almuerzo y comencé a ver muebles, telas, electrodomésticos, decoración, vajilla. No es por restarle mérito a quienes se independizan después de casarse, pero creo que ha de ser bastante más fácil eso de hacer una lista de bodas, volver de tu luna de miel y tener todo lo que necesitabas en una hermosa caja con moño y tarjeta. Para un/a soltero/a, la mudanza es bastante más a pulmón.

Como lo único que tenía era una cama y una tele, empecé por buscar un sofá para la sala y me topé con el primer problema: ninguno que me gustara estaba dentro de mi presupuesto. Empecé recorriendo Senador Long, espantada pasé a los locales comerciales de República Argentina, y finalmente comprendí que las mueblerías del centro eran más acordes a mi bolsillo. Como ninguno de los sofás que vi en el centro parecía “salido de una revista de decoración” como yo soñaba, terminé diseñando el modelo, comprando la tela y mandándolo a hacer. Aún estoy esperando que me lo entreguen (por eso escribo esto sentada en el piso), pero tengo la esperanza de recibir lo que esperaba.

El siguiente paso fue ir al supermercado a comprar productos de limpieza para dejar el depto brillante y listo para habitar. Esa fue toda una experiencia. Mamá tuvo que darme un curso rápido de limpieza y explicarme, mientras metía en el carrito (porque yo no tenía idea de lo que se necesitaba), productos cuya etiqueta jamás me había molestado siquiera en leer. Me enumeró los usos de la lavandina, la razón de ser del desodorante para pisos, la diferencia entre un aerosol para limpiar azulejos, uno para limpiar vidrios y otro para lustrar muebles, me hizo comprar guantes de goma, cepillo, una escoba, un palo para repasar, un balde, un trapo… y al volver al departamento me guió mientras me hacía cepillar una a una las baldosas del piso. Terminé con dolor de cintura y las uñas hechas un desastre, pero sintiéndome increíblemente realizada. Por primera vez en mi vida había limpiado una casa (aunque por “casa” se entienda un departamentito de un dormitorio, un baño, una sala pequeña y una kitchenette).

Ahora que todo está impecable, llegó el momento de comprar la heladera, otros electrodomésticos e implementos de cocina básicos y hacer una fiesta oficial de inauguración, total las copas para el brindis estuvieron entre las primeras cosas que compré. No todos los días se celebra un paso tan grande, che!

La entrada (Mi) Proceso independentista se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
https://ella.paraguay.com/blogs/mi-proceso-independentista/feed/ 0 6205
Diagnóstico: estrés emocional https://ella.paraguay.com/blogs/diagnostico-estres-emocional/ https://ella.paraguay.com/blogs/diagnostico-estres-emocional/#respond Mon, 15 Apr 2013 19:21:27 +0000 http://ella.paraguay.com/?p=3150 A veces los problemas internos se manifiestan en la piel. Y de la peor manera.

La entrada Diagnóstico: estrés emocional se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
stress

Nunca, en mis 27 años de vida, había ido al dermatólogo. Tuve una (milagrosa) adolescencia sin acné y preparé tragos con jugo de limón bajo el sol sin que mi piel se manchara, pero de nunca visitar dermatólogos ni alergistas, pasé a conocerlos a todos.

Un día como cualquiera de septiembre del año pasado, me desperté como todas las mañanas para ir al trabajo y en medio del rutinario cepillado de dientes, noté que me había aparecido un sarpullido en el pecho. Pensé que era algo pasajero, elegí una blusita bien cerrada y me fui a trabajar. A lo largo del día el brote fue extendiéndose, y para la mañana siguiente ya era difícil de disimular así que fui al médico apenas pude.

Primera parada: la cosmetóloga

La primera amiga en notar el sarpullido me recomendó a su cosmetóloga de confianza, y allí fui. Ella me diagnosticó un “sarpullido acneiforme” y me recetó cremas y tratamientos (¡Impresionante lo cara que es la microdermoabrasión con punta de diamante!) para el acné. Un mes y medio después, mi pecho seguía lleno de ronchas y puntitos que todas las mañanas parecían saludarme espléndidos frente al espejo. La cosmetóloga se dio por vencida y me derivó a un alergista.

Segunda visita: el alergista y la mejoría pasajera

Con mi bolsillo y mi autoestima ya seriamente afectados, visité a este nuevo profesional. El alergista me hizo dejar de usar los preparados magistrales recetados por la cosmetóloga y me hizo comprar 2 cremas importadas y un medicamento. Dijo que ya había tenido pacientes con ese mismo sarpullido, así que cerrando los ojos para no ver cuánto iba a costarme el chiste de las cremas francesas, cerré los ojos y le entregué mi tarjeta de crédito a la farmacéutica. A los 15 días estaba mucho mejor y el doctor me dijo que continuara con el tratamiento 15 días más. Cuando se cumplió el mes estaba como nueva, ni rastros de los puntos colorados en mi pecho… Pero a los 2 días de dejar de tomar el medicamento, volví a amanecer brotada.

La tercera no fue la vencida

Después de mi fracaso con la cosmetóloga y el alergista llegó el momento de recurrir al primer dermatólogo. Digo “primero” porque terminé visitando cuatro. Para no aburrirlos con los detalles, resumo las hipótesis de todos los doctores que visité en el trayecto: desbalance hormonal causado por el paso de la juventud a la adultez (en síntesis, me dijo “estás vieja”), posible rechazo al maquillaje que utilizan en el canal, problemas intestinales provocados por una alimentación no adecuada (esa doctora me derivó a una nutricionista, pero seguí su dieta y nada cambió) y finalmente: estrés emocional.

“Ahora que probaste todas las cremas y medicamentos disponibles, fuiste a alergistas, cosmetólogos, dermatólogos y nutricionistas, lo único que se me ocurre es que tengas problemas emocionales que estés somatizando de esa manera”, me dijo la última doctora. “¿Sos de llorar mucho?”, me preguntó. Le dije que no, y me respondió: “Bueno, esos granitos vendrían a ser tus lágrimas”. Qué bien.

En síntesis, de nunca haber tenido acné pasé a vivir mi adolescencia a los 27 años: vivo maquillada tratando de disimular los barritos (siendo que el maquillaje en realidad le hace aún peor a la piel), voy por primera vez a una psicóloga para ver si en serio tengo estrés emocional, y todos los días lidio con alguna persona ñañá en Twitter que me escribe cosas como: “Salís en la tele, lo mínimo que podés hacer es cuidar esa tu cara horrible” (Gracias por tu comentario @monitxp). Para colmo me olvidé de contarles que hace un mes el brote se extendió del pecho a mi rostro; parece que el 2013 será mi año de patito feo.

¿Qué pretendo con este texto? Hacer catarsis, quizás. Hacerle frente a mis inseguridades… o explicarle a gente como @monitxp algo que no cabe en los 140 caracteres de Twitter.

La entrada Diagnóstico: estrés emocional se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
https://ella.paraguay.com/blogs/diagnostico-estres-emocional/feed/ 0 3150
Conversaciones (in)usuales Vol. I https://ella.paraguay.com/blogs/conversaciones-inusuales-vol/ https://ella.paraguay.com/blogs/conversaciones-inusuales-vol/#respond Mon, 01 Apr 2013 23:45:53 +0000 http://ella.paraguay.com/?p=2106 Fresca, Denise Hutter nos cuenta algunas de sus más cómicas experiencias fuera de la televisión y la radio. Seguí esta línea de breves historias.

La entrada Conversaciones (in)usuales Vol. I se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
En medio de una tarde de compras en el shopping, frente a mi hermana y mi mamá (quienes estallaron de risa y me farrearon el resto del día):

-Señora: ¡Hola! Vos sos Nicole Huber, ¿verdad?

-Yo (sintiéndome top model por un instante): No señora.

-Señora: Ah, ya. Desiree Massi, ¿verdad?

-Yo (tratando de disimular mi depresión): Tampoco señora.

-Señora: Bueno, ¡Pero tu nombre era raro!

¡PLOP!

 

Esperando mi turno (que nunca llegaba) en la cooperativa.

-Señora: ¿En qué programa era que estabas?

-Yo: En “Vive la Vida”.

-Señora: ¿Pero haciendo qué?

-Yo: Espectáculos.

-Señora: No. Otra es la chica que hace espectáculos.

-Yo: No señora, soy yo.

-Señora: ¿En serio? Jamás te hubiera reconocido… ¡En la tele salís tan gorda!

¡PLOP!

(Cuando desvío la mirada para no responderle mal y calmar mis ganas de matarla, veo que un hombre en la fila seguía la conversación con cara de estar a punto de meterse. Y se metió, nomás)

-Señor: Señora, para mí sale bien. Yo la veía ya en ese programa de cine nacional que hacía en otro canal.

-Yo: Gracias señor, muy amable.

-Señor: No me acerco nomás a saludarte porque soy casado y uno nunca sabe si su señora lo está haciendo seguir por investigadores.

¡PLOP!

Cosas que pasan fuera de la pantalla.

La entrada Conversaciones (in)usuales Vol. I se publicó primero en Ella Paraguay.

]]>
https://ella.paraguay.com/blogs/conversaciones-inusuales-vol/feed/ 0 2106