BID, optimista del avance de igualdad de género

  • El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se mostró optimista por el avance de la igualdad de género en las empresas de América Latina, algo que consideran, apuntalará también el desarrollo productivo de la región.

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    Sandra Darville, especialista principal en la Oficina de Vicepresidencia del sector privado del BID, dijo a Efe que está «optimista de que la mujer vaya a llegar a la igualdad en términos económicos, de participación en las empresas y de participación como empresarias».

    Igual optimismo mostró Sanola Daley, de la Unidad de Gestión Estratégica del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID, quien destacó también que el mayor acceso de la mujer a los servicios de salud y educación llevará a una mayor búsqueda de oportunidades de mejora económica.

    Las representantes del BID aseguraron que su institución impulsa el desarrollo de negocios inclusivos y la inversión sostenible y en género.

    «Si tienes una trabajadora buena y una visión de largo plazo, tienes que invertir en la mujer», recalcó Darville, en tanto que Daley comentó que no se debe ver a la mujer como un costo en la empresa sino como «una inversión».

    Darville señaló que han visto que la entrada de la mujer al mundo laboral contribuye a la economía y subrayó que en la región el tema de la productividad, que no es tan alta como en otras partes del mundo, merece especial atención.

    «Tenemos que incorporar toda la fuerza de talento. Invertir no solamente en infraestructura, en servicios básicos, sino también en capacidades y dentro de eso está la mujer», añadió.

    Darville subrayó que la empresa privada «tiene que formar parte de las soluciones sociales» en asuntos laborales, medioambientales, producción ética de bienes de consumo y lucha contra la pobreza, entre otros.

    «Más y más los capitales internacionales se están moviendo hacia responsabilidad social, entonces también los grandes fondos de capital quieren invertir donde no solo hay retorno financiero, pero también ven que las empresas son socialmente responsables», dijo.

    Según el BID, trabajar con la empresa privada es clave, ya que esta tiene un rol fundamental en el crecimiento económico, pues «es generadora del 90 % del empleo en la región».

    «El sector privado es el que forma la cultura de las condiciones de trabajo», indicó Darville y es allí donde, según Daley, también se deben romper esquemas para agilizar la equidad de género.

    Puso como ejemplo la necesidad de implementar horarios flexibles, facilidades para el cuidado de los niños, como establecimiento de salas de lactancia que puede redundar en una mayor productividad al facilitar el cumplimiento de los roles profesionales y de maternidad.

    Darville y Daley participaron esta semana en Quito en un foro sobre responsabilidad social y género en el que ofrecieron asistencia técnica a empresas locales para identificar, evaluar y apalancar oportunidades a través de un análisis de género personalizado.

    Como parte de ese programa, José Zudaire, consultor de la división de industrias y servicios del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo, ha visitado plantas industriales locales en las que buscan desarrollar operaciones con productos no financieros.

    «El BID no solamente es un banco, es también un centro de conocimiento, de innovación y nuestra obligación es transferir eso a los empresarios», dijo Zudaire al apuntar que escogieron Ecuador para sus proyectos por ser «un país dinámico, la octava economía de la región (…) con buenos empresarios y grandes empresas».

    En el foro con los empresarios, los delegados del BID se refirieron a las dos brechas importantes que enfrenta la región: la baja productividad y la desigualdad de oportunidades y apuntaron que la solución a esas situaciones pasa «por una responsabilidad compartida por toda la sociedad».

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