Ni explotan en los aviones ni te impedirán dar de mamar a tus hijos. Cirujanos estéticos de EFE Salud acaban con los mitos más frecuentes en torno a esta intervención quirúrgica.
1. No podré amamantar
FALSO. No tenés que renunciar a los innumerables beneficios de la lactancia materna – tanto para el bebé como para ti – por llevar prótesis mamarias. Podrás dar el pecho a tus hijos tranquilamente, pues la silicona no pasa por los conductos de lactancia, es decir, no interfiere con la calidad o las propiedades de la leche.
2. Nunca parecerá natural
DEPENDE. Todo está en función de la prótesis que elijas (hoy en día, las anatómicas o con forma de gota ofrecen un resultado más natural, pues simulan la caída del pecho) y de la cantidad de tejido mamario que tengas (cuanto menos, más favorable será la colocación por detrás del músculo pectoral y, además, protegerá el implante).
3. Perderé sensibilidad
FALSO. En la actualidad, las prótesis se colocan de manera submamaria o submuscular, lo que no produce ninguna alteración en la sensibilidad (el único caso que puede originar alguna modificación sensible de la zona aréola-pezón es cuando la prótesis colocada es subglandular).
4. Tendré más riesgo de sufrir cáncer de mama
FALSO. Está demostrado que las prótesis mamarias no aumentan la incidencia del cáncer de mama. Ni siquiera interfieren en el seguimiento del tratamiento o en su diagnóstico precoz.
5. Las cicatrices se me verán
DEPENDE. Las cicatrices se percibirán más o menos en función de donde estén. Si el abordaje es periareolar (acceso por la aréola del pezón), generalmente es de buena calidad; la de la axila solo se te verá al levantar el brazo, y la del surco intramamario (en el pliegue bajo el pecho) a los seis meses solo será visible al estar acostada, ya que la propia mama la esconderá cuando estés incorporada.
6. Deberé cambiar las prótesis cada cierto tiempo
DEPENDE. Los implantes que se ponen actualmente, que ya son de tercera generación, son de gel cohesivo de silicona, y el fabricante da una garantía de por vida contra rotura o contractura capsular. Eso sí, te recomendamos que acudas a revisiones cada dos años para comprobar su estado.
7. Por fin conseguiré una talla XXL
FALSO. La elección del tamaño de las prótesis dependerá de tu estructura anatómica (peso, altura y medidas), así como de la altura del pecho y la cobertura de su glándula.
8. El postoperatorio me dolerá mucho
FALSO. Te causará un poco de molestia, ya que el implante se coloca debajo del músculo pectoral. No obstante, se te facilitará medicación para aliviar los pequeños trastornos que te pueda ocasionar.
9. No es recomendable quedarme embaraza después
VERDADERO. Es mejor que esperes un año tras la operación, ya que si no, a los cambios producidos por la cirguía habrá que sumar los del embarazo, con la aparición de estrías y contracturas capsulares (endurecimiento de la mama por el encapsulamiento del implante) como consecuencia.
10. Existen alternativas a los implantes para aumentar el pecho
VERDADERO. Es posible emplear grasa de los glúteos para realizar un aumento de mama. Sin embargo, es aún controversial por las dudas en el diagnóstico diferencial con un cáncer de mama que puede producir la grasa necrosada. EFE