Parto y puerperio: Tus primeros días como madre

  • La llegada a casa con tu bebé es uno de los momentos más bonitos y es también el inicio de una aventura repleta de dudas y novedades. ¡Que no cunda el pánico! A continuación te contamos una serie de recomendaciones para sobrellevar con éxito la llegada del bebé.

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    No cabe duda de que la maternidad es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de muchas mujeres. Sin embargo, durante los primeros días, las madres, especialmente si son primerizas, suelen experimentar cierta ansiedad y sentimientos encontrados. Es algo absolutamente natural, no sólo por la carencia de experiencia, sino por el cambio y la necesidad de adaptación entre la madre y el bebé. Si te encuentras en esta situación, te ofrecemos una serie de recomendaciones para que todo discurra sin ningún problema.

    1.Tipos y posturas de parto

    El parto es un acto muy personal. Por eso, los especialistas aconsejan que la mujer participe en la decisión de cuál es la forma en la que dar a luz.

    La pelvis femenina es una estructura dinámica que se adapta evolutivamente para permitir ganar unos milímetros muy importantes que favorecen el éxito del parto. Dependiendo de cada postura que se puede adoptar, la pelvis estará más o menos libre para ganar esos milímetros vitales:

    -Postura clásica o litotomía

    Ventajas: Se utiliza con anestesia epidural en altas dosis (insensibilidad total), y es muy cómoda para el médico e imprescindible para el parto instrumental.
    Inconvenientes: Bloquea el sacro contra la camilla perdiendo amplitud el canal del parto.

    -Cuadripedia

    Ventajas: La pelvis está totalmente libre.

    Inconvenientes: No se puede utilizar con anestesia epidural en altas dosis.

    – Lateral

    Ventajas: Permite gran libertad a la pelvis y se puede utilizar con anestesia epidural.

    Inconvenientes: La técnica de pujo es diferente y necesita un entrenamiento previo.

    – Cuclillas

    Ventajas: Permite la libertad de la pelvis.

    Inconvenientes: Es difícil de mantener con anestesia epidural.

    Las condiciones particulares de cada parto, de cada mujer y el grado de anestesia epidural pueden hacer más recomendable una postura u otra.

    2. Cuidados de la cicatriz y los genitales tras el parto

    Se recomienda que las relaciones sexuales tras el parto no deban reiniciarse hasta completar la correcta curación de la posible episiotomía (corte realizado para facilitar la salida de la cabeza) o desgarros producidos a nivel de vagina y/o vulva, lo cual no suele ocurrir antes de aproximadamente un mes más o menos. Si no existe esta situación, no hay ningún peligro en iniciar relaciones cuando la mujer se sienta preparada.

    Es importante recordar que la lactancia materna no es un método anticonceptivo, sobre todo a partir de los 2-3 meses postparto.

    En cuanto a la higiene íntima, suele bastar con la utilización de agua y jabones neutros para mantener la zona limpia, no siendo necesarios el uso rutinario de desinfectantes o antisépticos, a menos que exista episiotomía o desgarros, en cuyo caso sí puede ser aconsejable su utilización durante los primeros 4-7 días.

    La depilación postparto tampoco difiere de la que podemos realizar sin estar embarazada. No hay problema en la utilización de depilación láser, incluso aun dando pecho al recién nacido, ni con la utilización de ninguna otra técnica.

    Es importante conocer que, debido a la distensión de los tejidos del suelo pélvico, es frecuente que la mujer sienta cierto grado de relajación a nivel perineal (sensación de peso e incluso cierto grado de incontinencia urinaria), situaciones que se normalizarán con el paso de las semanas, pero siempre es aconsejable fortalecer el proceso con la práctica de ejercicios de contracción-relajación (ejercicios de Kegel) o fisioterapia específica del suelo pélvico.

    3. Las pruebas al neonato en el hospital

    Durante su estancia en el hospital, todos los recién nacidos son atendidos por personal cualificado en el cuidado de neonatos, desde el momento del parto hasta el alta hospitalaria. En esta atención continuada, se realizarán las siguientes pruebas y actuaciones:

    -En el parto, el pediatra realiza una primera valoración y ofrece el contacto piel con piel. En caso necesario se ocupa de la reanimación y estabilización urgente.

    -Se realiza profilaxis de la enfermedad hemorrágica del recién nacido oftálmica (la falta de vitamina k puede provocar problemas de coagulación en el bebé) y de la oftalmia neonatal (para evitar infecciones oculares).

    -Exploración completa del recién nacido en las primeras 24 horas por parte del pediatra.

    -Visita diaria por parte del pediatra y de la enfermera para valoración de la adaptación del niño. La revisión incluye una exploración física, toma de constantes y peso del bebé, asesoramiento e instrucción en la técnica de la lactancia, así como de la higiene corporal del niño.

    -Las matronas y los pediatras revisan a diario la lactancia, ya que es uno de los temas que más preocupa a las madres y es muy importante para que el bebé vaya ganando peso. Se les explica cuál es la postura adecuada para la lactancia, cómo colocar al recién nacido, cómo despertar al bebé entre toma y toma, cómo extraer la leche, etc. Además se realizan dos pruebas fundamentales:

    -Screening o cribado para la detección precoz de la hipoacusia (PTAa – pontenciales auditivos: su objetivo es diagnosticar, desde sus primeros momentos de vida, si el bebé padece sordera. Se realiza a partir de las 24 horas de vida del niño y de esta manera se previenen posibles problemas en el desarrollo del habla y del lenguaje.

    -Screening o cribado de metabolopatías congénitas, conocida como prueba del talón. Su objetivo es descartar alteraciones graves del metabolismo, de origen genético, que pueden afectar a distintos órganos.

    – Despistaje de cardiopatías congénitas: toma de saturación postductal a las 48 horas de vida.

    -Control de bilirrubina transcutánea al alta para detección de hiperbilirrubinemia neonatal patológica.

    Una vez se da el alta al recién nacido, comenzarán los controles al niño sano en pediatría.

    4. La lactancia materna

    Los problemas se plantean al comienzo del establecimiento de la lactancia, cuando los niños son prematuros o si la madre tiene dificultad para conseguir una postura eficiente e indolora. Las consultas más frecuentes están relacionadas con el dolor en el pecho: si la postura del bebé es inapropiada puede causar dolor y dañar el pezón, así que es importante aprender a corregirla para aumentar la efectividad de la extracción de leche y la producción de la madre.

    A través de la leche, la madre confiere, entre otras cosas, las defensas específicas contra los gérmenes que hay en su ambiente. Así, los niños que no son amamantados presentan mayor incidencia de enfermedades respiratorias, otitis media, gastroenteritis, diarrea, infecciones de orina, meningitis, cáncer (como leucemia o linfoma) o síndrome de muerte súbita del lactante.

    De la misma forma que la leche materna aporta beneficios para el recién nacido, amamantar otorga ventajas muy importantes a la madre, como son un menor riesgo de padecer depresión postparto, cáncer de útero, ovarios y mama, diabetes, anemia, hipertensión, osteoporosis y fracturas de cadera en la menopausia.

    Podemos concluir que la mejor alimentación para un recién nacido es la leche materna, ya que aporta todos los nutrientes que necesita y establece un importante vínculo entre la madre y su hijo.

    5. La depresión post-parto

    Los cambios en los niveles hormonales durante y después del embarazo pueden afectar el estado anímico de la mujer, y en algunos casos pueden ser responsables de ocasionar una depresión posparto.

    Ansiedad, irritación, pérdida de energía, tristeza con llanto e inquietud son signos comunes a partir del tercer a sexto día tras el parto, pero suelen desaparecer antes de la sexta semana. Cuando estos síntomas no se van y, además, se presentan junto a otros, como incapacidad de cuidar de ti misma o de tu bebé, hablamos de depresión posparto.

    Para evitarla, en primer lugar es aconsejable realizar una consulta con un profesional. Después, una vez realizado el diagnóstico se recomienda a la madre que sea sincera con su entorno para que sus seres queridos entiendan sus necesidades, que aproveche la mínima ocasión para descansar, que coma bien, saque tiempo para ella misma y no descuide la intimidad con su pareja. Cualquier mujer tras dar a luz está expuesta a padecerla; lo importante es reconocer el problema y buscar ayuda.

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