Los niños y las comidas

  • Aumentá la variedad de alimentos en la dieta de tus chicos.

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    Te presentamos aquellos alimentos infantiles que generalmente se suelen confundir con sanos y te facilitamos algunos consejos para que tengas en cuenta.

    Foto: Pinterest

    Leche vacuna: Lo más conveniente es que se alimenten con leche materna y si no es posible, con fórmula infantil. Lo recomendable es no más de tres raciones diarias para el niño.

    Jugos envasados: No sustituyen las raciones de frutas. Los jugos envasados contienen azúcares y vitaminas artificiales. Generalmente aportan menos de un 10% de fruta.

    Cereales azucarados: Son muy ricos pero a pesar de tener una base de maíz, arroz o trigo contienen altos niveles de azúcar, miel o chocolate, lo que aumenta su energía pero no los nutrientes esenciales.

    Productos de repostería: Por su consistencia blanda no hacen que trabajen sus dientes, mandíbulas, músculos de la cara y la masticación, no fortalecen sus dientes y encías. Al ser ricos en azúcares, también propician la caries. Como si fuera poco, aportan grasas añadidas.

    Nuevos alimentos, como introducirlos: Una forma efectiva es animar al niño a que pruebe el alimento sin elogiarlo si lo come o molestarse si lo rechaza. Debe ser un proceso natural por parte de los padres.

    Vegetales: Es una buena estrategia incorporar queso, manteca o algún aderezo a esos vegetales hervidos que muchas veces aburren a los niños.

    Nunca darse por vencidos:  Se ha comprobado que muchas veces se necesitan al menos 10 intentos para que un niño acepte un alimento. Es bueno aprovechar de algún gusto para darle alimentos similares. Ta sea por sabor, consistencia o mismo color. Si se esmeran, verán que poco a poco expandirán sus gustos a la hora de comer.

    Es importante entender que la comida no deber ser ni un premio ni un castigo. Así mismo, debe tener su momento, su lugar y sobre todo, su control.  Los grandes responsables del sobrepeso de un niño son los que determinan que consume y que no. Como padres hay que evitar una dieta rica en grasas, azucares, grandes cantidades de carne, alimentos precocinados y dulces. Es fundamental aumentar el consumo de verduras, legumbres, frutas y pescados.

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