La violencia sexual persiste en las escuelas de Paraguay

  • La violencia sexual persiste en las escuelas de Paraguay, donde un 42% de las denuncias registradas entre 2008 y 2012 corresponden a este tipo de maltrato, según un estudio de la sección paraguaya de la ONG Plan Internacional presentado este jueves en Asunción.

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    La organización llevó a cabo una investigación sobre un total de 122 denuncias por maltrato a niños y adolescentes de entre 8 y 16 años, registradas en 109 instituciones educativas de 7 departamentos de Paraguay.

    Del total de denuncias, un 42% fueron por violencia sexual, entre la que se incluyen diferentes comportamientos, desde el acoso o el manoseo, hasta la coacción o el estupro.

    Por su parte, un 24% de las denuncias estaban vinculadas al maltrato institucional, que se describe como un «abuso del poder» que los docentes ejercen sobre los estudiantes, dijo a Efe Karina Bianchi, experta de Plan Internacional.

    Añadió que esta conducta se materializa en expulsiones injustas del aula, negación de la matrícula en un centro educativo o maltrato verbal y psicológico.

    Por último, el 20% de las denuncias se concentraron en torno a casos de violencia física, entre los que se encuentran rasguños, golpes, o la obligación de permanecer en posiciones incómodas.

    Además, un 56% de las víctimas de alguna forma de violencia fueron niñas y adolescentes, lo que las convierte en el grupo más vulnerable ante los abusos.

    Bianchi afirmó que los datos extraídos de este estudio demuestran que «en Paraguay impera una cultura machista y violenta».

    «La sociedad percibe que el cuerpo de la niña o de la adolescente no es suyo, sino que está ligado a lo público, es un objeto sobre el que cualquier varón puede ejercer su poder. Es una cultura de dominación del cuerpo y la sexualidad», dijo Bianchi.

    Lamentó además que el ámbito educativo es «el reflejo de la cultura violenta», dado que «una buena parte de los docentes recurre a la violencia como herramienta educativa».

    El estudio se centra en la violencia ejercida desde los docentes o el personal administrativo de los centros hacia los alumnos, pero no tiene en cuenta las formas de violencia o acoso que se producen entre los propios estudiantes.

    Ello se debe a que, según Bianchi, para muchos niños y jóvenes es confuso identificarse como víctimas de malos tratos y denunciar.

    Por ello, insistió en la necesidad de capacitar a los escolares «para que se reconozcan como titulares de derechos».

    El Fondo Mundial para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef), en una campaña contra el maltrato infantil lanzada esta semana en Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, advirtió de la necesidad de «desnaturalizar» los castigos físicos, que aún gozan de aceptación social.

    Un 61% de los niños y adolescentes de Paraguay denunció haber sido víctima de algún tipo de maltrato por parte de familiares cercanos, según datos recabados por Unicef en 2010. EFE

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