Julieta Venegas perdió la custodia de su hija

  • La cantante mexicana Julieta Venegas está protagonizando un escándalo con el padre de su hija, el músico argentino Rodrigo García. Tras meses de pelea judicial, García ha conseguido que la justicia reconozca que es el padre de la hija de Julieta, Simona, y que ambos comiencen a verse y a tener una relación normal.

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    Venegas y García se conocieron en Buenos Aires en agosto de 2009, y mantuvieron una breve relación fruto de la cual nació Simona el 12 de agosto de 2010. Menos de un mes después, la mexicana fue a registrar a su hija, y lo hizo como madre soltera, es decir, le dio sus dos apellidos ignorando al padre.

    Rodrigo García creyó en un principio que se trataba de una estrategia de la mexicana para mantener su privacidad a salvo de los medios, pero cuando la pareja rompió tiempo después, y Venegas empezó a ponerle trabas para ver a su hija, cayó en la cuenta de que, a ojos de la justicia, él no era el padre de Simona. Comenzó entonces una pelea judicial con la madre de su hija que ha durado casi dos años en los que Rodrigo no ha tenido contacto con Simona. Su causa se volvió masiva en Twitter, donde el músico iba dejando pistas de cómo iba el proceso: ‘Van más de 500 y tantos días que no tengo noticias de mi hija. Nunca me imaginé vivir una situación tan penosa y mafiosa’. García llegó a escribirle a la presidenta de Argentina para pedirle amparo.

    Los medios, mientras, han estado alimentándose del culebrón formado por Rodrigo y Julieta a expensas de su hija. Durante un concierto de Julieta en el Gran Rex de Buenos Aires, Irma, la abuela paterna de la niña, protagonizó un escándalo en las puertas de la mítica sala acusando a la mexicana de no permitirle ver a su nieto. Momento que fue convenientemente recogido por las cámaras.

    ‘Pronto juntos, nunca tendrías que haber pasado esta miseria, lo lamento mucho’. Con este mensaje Rodrigo García anunciaba hace pocos días el final de su batalla judicial con Julieta Venegas. Tras realizarle las pruebas de ADN y comprobar que el músico era efectivamente el padre de la pequeña Simona, el tribunal le ‘devolvió’ su paternidad. Desde este mes de marzo, Julieta (embajadora de UNICEF, por cierto) está obligada a permitir que su hija y su ex convivan. La niña deberá llevar el apellido de su padre y tener con él una relación normal. Pero lo más sorprendente de la sentencia es el ‘recadito’ del tribunal a la cantante, a la que recomienda recibir terapia psicológica para ‘solucionar sus problemas emocionales’.

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