Identifican 214 neurotóxicos que afectan a neuronas de los niños

  • Los neurocientíficos han asegurado que los elementos medioambientales afectan al coeficiente intelectual de los niños.

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    Los científicos han identificado 214 productos neurotóxicos, como el mercurio, que tienen consecuencias negativas en el desarrollo cerebral de niños y adolescentes, incluso desde la etapa prenatal, según ha explicado hoy el profesor de la Escuela Médica de Harvard (EEUU), Philipe Grandjean.

    Este especialista es uno de los que han participado hoy en el encuentro de neurocientíficos convocados por B.Debate en el CosmoCaixa de Barcelona para debatir sobre cómo afecta al desarrollo del cerebro de los niños la polución atmosférica, la dieta, el tabaco o el contacto con productos químicos.

    Sobre los productos neurotóxicos, Grandjean ha hablado de una «epidemia silenciosa», que, según ha dicho, supone un gasto anual de 9.300 millones de euros en Europa por la pérdida de capacidad intelectual debido al mercurio, 4.500 millones de ellos en España.Los expertos en epidemiología y neurociencia han debatido sobre las mejores técnicas en neuroimagen a la hora de analizar los efectos de los factores medioambientales en el desarrollo cerebral, desde la etapa prenatal hasta la adolescencia.

    «Queremos conocer si estos efectos medioambientales, como la polución del aire, la alimentación o los químicos, tienen un efecto sobre el desarrollo cerebral y la conducta de los niños y adolescentes», ha explicado el coordinador del encuentro y director del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), centro de investigación del ISGlobal.

    Los neurocientíficos han asegurado que los elementos medioambientales afectan al coeficiente intelectual de los niños, de manera que es probable que crezcan en los próximos años los problemas de aprendizaje y disminuya el número de niños superdotados.

    Los expertos han pedido incluir las técnicas de neuroimagen los grandes estudios poblacionales para comprender los patrones normales de funcionamiento y desarrollo neuronal.

    «Los neurocientíficos de diferentes disciplinas necesitamos identificar la correlación entre los factores medioambiental y de neurodesarrollo», ha dicho sobre las ventajas de la neuroimagen Jordi Júlvez, investigador del CREAL.Los científicos están interesados en analizar las «ventanas de vulnerabilidad» del desarrollo del cerebro humano, en el que un nivel elevado de un contaminante -conocido como neurotóxico- tiene un efecto sobre la salud de la persona a largo plazo.

    En concreto, quieren conocer cómo afecta el aire respirado, la contaminación atmosférica, la calidad del agua, la alimentación, los químicos industriales y el consumo de alcohol a la configuración del cerebro en los niños.

    Los investigadores buscan la correlación entre la exposición a factores medioambientales durante los primeros años de vida y la predisposición a padecer ciertas enfermedades, como el autismo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otros problemas de conducta.

    También sospechan que estos factores pueden acelerar la aparición de enfermedades en la edad adulta y acelerar su aparición, como las patologías neurodegenerativas del Parkinson y la demencia tipo Alzheimer.Uno de los estudios más prometedores del CREAL es el proyecto Breathe, que analiza el impacto de la contaminación ambiental sobre el desarrollo cognitivo de los niños en las ciudades, donde las escuelas están situadas en lugares con mucha contaminación.

    «Hemos observado que la contaminación entra dentro de las aulas. Hay tanta exposición en el patio como en el aula y seguramente pase en todo el mundo», ha comentado Sunyer.

    El objetivo de este estudio es la prevención, mediante la descripción de las exposiciones y las interacciones con el ambiente que perjudican el desarrollo cerebral, así como el impulso de políticas de salud públicas que protejan a la población. EFE

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