El cerebro podría «amortiguar» los sucesos negativos

  • La percepción de que hay personas que ven el mundo como un vaso medio vacío tiene una explicación química en el cerebro y ahora un equipo internacional de científicos asegura haber encontrado un proceso que es capaz de «amortiguar» esa sensibilidad cerebral a los acontecimientos negativos de la vida.

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    Los experimentos se realizaron en ratones y este nuevo mecanismo de control para aminorar la sensibilidad hacia los eventos negativos se ha localizado en una zona cerebral llamada habénula lateral (LHb), una región por encima del tálamo que se conoce como el centro «decepción» y la cual está implicada en la depresión.

    De hecho, experimentos en otros laboratorios con primates constataron que la actividad neuronal en la habénula lateral se incrementa notablemente cuando los animales están esperando una recompensa y no la reciben, por lo que esta región está asociada a la decepción, detalla a Efe Roberto Malinow, uno de los firmantes.

    No obstante, esta zona cerebral es mucho más importante que esto y se cree está implicada también en la regulación de las respuestas al dolor, en una variedad de comportamientos vinculados a la motivación e, incluso, con la psicosis, según una nota de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS).

    El glutamato y GABA son dos neurotransmisores comunes -el primero es un neurotransmisor excitador y el segundo un inhibidor- y las neuronas generalmente se especializan en su producción, es decir producen uno u otro, pero no ambos tipos de mensajes químicos.
    En este trabajo, los investigadores comprobaron que las conexiones en la habénula pueden producir a la vez glutamato y GABA.
    La depresión, según Malinow, está ligada a una hiperactividad en la habénula lateral.

    Este artículo propone que en personas sanas los niveles de glutamato y GABA están equilibrados, pero que en una con depresión no (se encontró que en un modelo de depresión en ratas estas conexiones producen menos GABA).

    Cuando se suministró a las ratas un antidepresivo para aumentar los niveles de serotinina, los niveles de GABA también aumentaron.
    Este estudio sugiere, por tanto, que una de las vías por las que la serotonina alivia la depresión es a través del equilibrio de los niveles de los neurotransmisores glutamato y GABA en la habénula.

    Ahora es posible que «tengamos una explicación neuroquímica precisa de por qué los antidepresivos hacen a algunas personas más resistentes a las experiencias negativas», según los científicos.

     

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