A lo largo de la vida de tu perro puede ser que aparezcan «bolitas» en su cuerpo, por lo que debes darle la importancia necesaria por precaución y para evitar problemas posteriores.
Si entre juego y juego con tu mascota te das cuenta de alguna «bolita» en su cuerpo, por debajo de la piel o en el exterior no lo pases por alto, ya que podría ir de una simple inyección mal aplicada hasta un cáncer.
Una vez que hayas notado esa bolita extraña, en cualquier parte del cuerpo de tu perro, es necesario que vayas inmediatamente al veterinario ya que solamente él sabrá de qué manera actuar. A través de la palpación, el médico podrá decirte si se trata de algo simple, o si es necesario hacer una biopsia y mandarla al laboratorio (patología) para ver si se trata de algo más serio.
A partir de ahí, podrán hacer un diagnóstico concreto relacionado con alguna enfermedad autoinmune, cáncer, papiloma, alguna hernia, entre otras cosas. Después de conocer el diagnóstico se le dará tratamiento. Los tratamientos pueden incluir procedimientos como la aplicación de compresas tibias para disminuir la inflamación, la extirpación quirúrgica de la bolita, métodos con medicina alternativa, entre otros tratamientos existentes específicos, inciso quimioterapias.
Es importante mencionar que no existe un lugar específico para la aparición de “bolitas”. Éstas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Tampoco importa el tamaño de las mismas, ni la textura (si es dura, o es blanda), ni si le duele a tu cachorro cuando lo tocas o le es indiferente, incluso pueden parecer verrugas. Ante cualquier anormalidad hay que acudir con el veterinario.
Algunas veces, la aparición de bolitas o protuberancias puede estar acompañadas de otros síntomas como fiebre, baja energía, falta de apetito, indiferencia, letargo, etc. y otras veces la aparición de bolitas es completamente asintomática.