«Guaraní» iniciará filmación en ambiente de poco apoyo a cine nacional

  • Osvaldo Ortiz, productor local de la película, recalca en la importancia del apoyo financiero por parte del Estado y las instituciones.

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    El director argentino Luis Zorraquín nos comentó un poco acerca de Guaraní, producción entre Argentina y Paraguay que comenzará a filmarse en estos días, y para la cual está trabajando de cerca con talento paraguayo.

    Uno de los principales rostros por parte de la producción local es el de Osvaldo Ortiz Faiman, que trabaja para la productora Puatarará Films y se desempeña actualmente como Director de Arte y Productor Ejecutivo del proyecto.

    Ortiz ya colaboró en varias obras audiovisuales importantes en el pasado, como el largo 18 Cigarrillos y Medio o La Enamorada, de Martín Crespo, y ahora se encuentra detrás de la financiación de Guaraní por parte de Paraguay.

    Recalca, como muchos de los que se siguen esforzando en hacer audiovisual en el país, que el proceso es lento y requiere de mucha paciencia y empeño. Hacer una película “tiene sus desafíos, desde limar el guion, encontrar actores, hasta adaptar el diseño de producción a las posibilidades financieras reales”.

    Considera que esto último es uno de los mayores retos de todo el proyecto, y de cualquier proyecto audiovisual en general, ya que la cuestión de fondos sigue siendo el principal obstáculo para hacer cine en Paraguay.

    Sobre esta cuestión, agrega que “no existe orden ni criterios técnicos o artísticos en las instituciones que tienen los recursos para darle continuidad al incipiente Cine Paraguayo”. Este problema ralentiza el desarrollo de cualquier trabajo, y en muchos casos, lo condena.

    Guaraní, como muchas otras obras en desarrollo, es un proyecto humilde pero con un gran equipo listo para salir adelante. Y como cualquier trabajo, realmente no hay día en que algo no cueste dinero.

    Ortiz comenta que instituciones como el FONDEC “apenas puede contribuir porque lo máximo que otorga está entre 25 y 30 mil dólares”, lo cual él lamenta porque los potenciales beneficios económicos, laborales, culturales y de turismo que la realización de una película podría traer serían muy superiores a dicho monto.

    El debate financiero y de apoyo a la cultura es uno de nunca acabar, y el sector audiovisual es solo uno de tantos que siguen sin contar con un apoyo sólido por parte del Estado. Ortiz espera que Yacyretá –que tiene inclusive relación con la historia de la película Guaraní-, apoye con lo solicitado, que es apenas el 10% del costo total de la producción.

    Por supuesto, las cosas no están tan mal. De hecho, el cine paraguayo ya tiene puntos históricos importantes para su progreso, como el éxito de 7 Cajas, que “marcó un antes y un después para la Industria Audiovisual Paraguaya”, según agrega Osvaldo, que acota que ya hay una buena cantidad de cortometrajes y largometrajes nacionales que ya recibieron reconocimiento internacional.

    Además, eventos como el Congreso Audiovisual Tesape “juntaron a todos los que son parte de la industria, generando una sinergia entre productores, actores, organizaciones, empresas e instituciones educativas relacionadas directamente al audiovisual”.

    Mientras el horizonte comienza a verse cada vez más brillante, Osvaldo Ortiz y el resto del equipo de Guaraní se preparan para iniciar el rodaje. Sus ganas de trabajar son evidentes para cualquiera que le pregunte acerca de sus trabajos. Estos incluyen también la realización de Luna de Cigarras, película que cuenta con un equipo y elenco casi completamente paraguayo, y que también entrará en etapa de producción dentro de poco tiempo.

    Se muestra bastante orgulloso de poder decir que un proyecto de ficción está conformado mayormente por artistas locales, lo cual para él demuestra una vez más que hay talento y profesionalidad, que son las bases de una industria de cine, que depende casi completamente de sus recursos humanos.

    El director Luis Zorraquín había sugerido que el estreno de Guaraní podría concretarse a principios del 2015, así que hay tiempo para esperar.

    La historia de una adolescente que debe madurar rápidamente con su abuelo mientras su mamá se encuentra lejos trabajando es una oportunidad para ver un lado de Paraguay hasta ahora poco explorado.

    El trailer de la obra fue desarrollado en base al cortometraje Mita’y, que el equipo realizó con la intención de vender la idea y buscar financiación. Es una de las seis películas que se filman este año, como lo menciona Osvaldo Ortiz, “de costo mayor a 300 mil dólares, además de otras de menor inversión que también forman parte del crecimiento”, concluye.

    Sin duda alguna, es un tema sobre el cual vale la pena seguir debatiendo, esperando el día en que los altibajos económicos o las dificultades de apoyo sean cuestiones fáciles de superar.

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