No dieta

  • Una entrevista con la doctora Mónica Katz sobre las dietas restrictivas, poco realistas y que convierten a los pacientes en expertos para bajar y recuperar todos los kilos perdidos.

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    Hace ya varios años que utilizo este abordaje con mis pacientes y también conmigo misma, algunos años de estudio de posgrado con la Dra. Mónica Katz, pionera en Argentina de la No dieta me fueron suficientes para darme cuenta que es un enfoque realista y ético del tratamiento del sobrepeso y la obesidad.

    Tengo una frase que suelo usar que es no se sometan a dietas que ni sus propios nutricionistas la realizarían, que refleja un poco lo que hasta hoy los profesionales de la salud siguen haciendo, con dietas hiper restrictivas, poco realistas y que convierten a los pacientes en expertos para bajar y recuperar todos los kilos perdidos pero no en el mantenimiento del peso perdido y es ahí donde radica el éxito de un paciente.

    El mes pasado estuve haciendo un curso de actualización en Buenos Aires y tuve la oportunidad de hacerle una entrevista a la Dra. Mónica Katz, les recomiendo la lean, ya que aclara muy bien de que se trata este nuevo abordaje.

    ¿Qué es No dieta?

    No dieta es una mirada diferente para el tratamiento de la obesidad, es una filosofía enfocada en el cambio de las conductas que conducen al aumento de peso (porciones excesivas, poca actividad física, manejo de las emociones y el estrés con la comida), y no el en el peso. El adelgazar es el resultado de cambiar conductas.

    ¿Cómo llegamos al equilibrio, al cuerpo sano? ¿Cuáles son las herramientas?

    ¡El lograr un cuerpo cómodo, sano y más delgado es una elección!  El paciente elige día a día  ese cuerpo. El equilibrio se logra aprendiendo y modificando las conductas que llevaron a la obesidad. En la consulta podemos ver la disponibilidad al cambio que presenta el paciente, sus barreras y motivaciones, qué es lo que está dispuesto a modificar y qué no. Nos enfocamos en objetivos pequeños posibles y tangibles, que consensuamos con el paciente, pequeños cambios en 3 áreas controlables  por uno mismo como son el movimiento, relación estrés emociones y alimentos y la comida propiamente dicha. Tratando de lograr que empiece a ser más activo, ante el estrés no usar la comida y disminuya el tamaño de las porciones y logre un ambiente más seguro, un ambiente que lo proteja durante el proceso de aprendizaje, hasta que él mismo logre ser su propio ambiente seguro.

    ¿Cómo romper el vínculo alimentación/ansiedad, tan frecuente? ¿Con qué o cómo podemos reemplazar la comida?

    Cambiar la relación con la comida se logra escuchando uno mismo sus verdaderas necesidades. El poder diferenciar el hambre real o de panza del hambre emocional o de cabeza es esencial en esto. Poder entender que la vida no es siempre una zona cómoda y vamos a tener que convivir con ello, también. Si usamos la comida para estar cómodos ante estados emocionales que no lo son, como consecuencia vamos a aumentar de peso. Por eso, ante lo emocional vale hacer otras cosas, pero no comer.

    ¿Qué pasa con las dietas restrictivas, las que prohíben y son muy bajas en calorías?

    Son parte del problema, no sirven porque no pueden sostenerse en el tiempo. Ocurre que la obesidad es una enfermedad crónica; por lo tanto, si no puede sostenerse, entonces no sirve. Las dietas restrictivas se enfocan en alimentos buenos y malos, en prohibiciones y en el peso, en vez de en cambios conductuales. Además, al no ser equilibradas nutricionalmente, son perjudiciales desde lo clínico.

    ¿Por dónde conviene comenzar, cual sería el primer paso para lograr cambios?

    El primer paso es identificar qué motiva al paciente y qué está dispuesto a cambiar. Hay que ayudarlo a que logre autogerenciar sus conductas alimentarias de una manera que le permita bajar de peso.

    ¿Cuál es la recompensa al encarar la No dieta?

    Un cuerpo cómodo, más delgado, sin obsesiones con la comida, pudiendo ganar calidad de vida, ya que el paciente puede realizar el tratamiento, en fiestas, reuniones etc. porque nada está prohibido. Sólo hay que saber elegir, entender que lo que no como hoy lo como mañana, que elijo hacerlo así no porque me lo imponen sino porque quiero lograr un cuerpo más cómodo y sano, y porque disfruto el proceso de cambio.

    Porque como rico todos los días, mientras voy logrando adelgazar. Todo esto es resultado de comer menos cantidad, ser más activo y manejar mis emociones de otra manera, disfrutando el proceso de cambio.

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