Prevenir el envejecimiento prematuro a golpe de desmaquillante

  • Después de un día agotador es fácil caer en la tentación de no desmaquillarse; un mal hábito que repercute directamente en la salud de la piel. Estas son las claves para limpiar el rostro, algo más que un ritual de belleza que mantiene a raya el paso del tiempo.

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    Muchas personas invierten diariamente varios minutos de su tiempo en maquillarse, pero…¿qué hay del proceso inverso? Aunque a veces el cansancio y la pereza quieran apoderarse de la voluntad, hay que desmaquillarse para tener un rostro bonito y saludable.

    María Segurado, jefa de la Sección de Dermatología en el Hospital Sureste de Arganda del Rey y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología; y Elena Soria, doctora en medicina estética de la Clínica Menorca explican a EFEsalud las claves de esta parte fundamental del cuidado de la piel.

    ¿Por qué hay que desmaquillarse?

    “Cuando nos maquillamos, ponemos substancias extrañas en nuestra propia piel y esto crea una película que hace que el poro no esté relacionándose con el medio ambiente de forma correcta”, asegura la doctora Soria. Es una cuestión de higiene y prevención. “Una persona que no se desmaquilla va envejecer antes y tendrá una piel sucia y seca”, añade la especialista en medicina estética.

    Asimismo, si no se elimina el maquillaje, “los poros se obstruyen y aumentan los restos de suciedad que se quedan sobre el rostro pudiendo causar problemas de acné o dermatitis”, advierte la dermatóloga María Segurado.

    Cuando el cutis tiene alguna patología, el problema puede empeorar si el maquillaje no se elimina debidamente. En una piel con acné, se puede producir un brote más fuerte y, de igual manera, una piel predispuesta a padecer dermatitis, se puede resecar y aumentar la sensación de picor.

    No retirar el maquillaje impide que cualquier otro producto que se aplique en la piel no actúe. María Segurado sostiene que no desmaquillarse contribuye al envejecimiento prematuro porque en una piel sucia, “las cremas o los productos de belleza que utilizamos como anti-manchas o anti-arrugas no se absorben bien y no cumplen su función”.

    Una rutina para todos

    La dermatóloga afirma que para cuidar la piel y mantenerla sana y sin problemas, hay que empezar por su limpieza. Ambas expertas hacen hincapié en que necesita ser lavada dos veces al día, preferiblemente, al levantarse y al acostarse.

    Por la noche, la piel tiene que estar limpia porque durante el sueño mejora la circulación y se produce su regeneración celular. “No basta limpiar solo con agua, es necesario usar algún producto limpiador especial para retirar todos los restos de sebo y suciedad que se puedan haber acumulado durante el día, entre ellos, el maquillaje, que es una forma de ensuciar la piel”, indica la dermatóloga.

    Por la mañana, con frecuencia aparece sebo fruto de los procesos que se han producido en la piel durante la noche y para eliminarlos recomienda “limpiar la cara con agua o con algún tónico refrescante antes de aplicar el tratamiento de día o la protección solar”.
    Soria recuerda que hay que lavarse la cara se haya usado maquillaje o no, “tanto por lo que expulsa la piel como por la contaminación que se va depositando y no percibimos”.

    ¿Cuál es tu producto de desmaquillado?

    Se puede escoger entre aguas micelares, leche limpiadora, toallitas o jabones, entre otros. Aunque elegir un desmaquillante es una cuestión de preferencias, existen recomendaciones que atienden a las características de la piel.

    Piel sensible. La especialista en medicina estética Elena Soria señala que cuando se trata de una piel con muchas rojeces y con tendencia a irritarse la clave es utilizar productos limpiadores que contengan sustancias calmantes.
    Piel grasa. Las pieles grasas suelen requerir productos en gel o en mousse, que hacen espuma porque “retiran un poco la grasa y que dejan la piel con menos brillo”, apunta María Segurado.
    Piel seca. Productos de limpieza que contribuyan a la hidratación del rostro como, por ejemplo, la leche limpiadora.
    María Segurado advierte de que quien opte por utilizar jabón ha de buscar que sea sin detergentes y dermatológicamente preparado para que no agreda la piel.

    Ambas expertas desaconsejan utilizar toallitas para el desmaquillado diario. La dermatóloga explica que aunque son muy cómodas y permiten una limpieza rápida, ésta no es en profundidad y las recomienda para una limpieza puntual para llevarlas en el bolso, o cuando viajas.

    Desmaquillar los ojos

    Sombras, máscara de pestañas y delineador; los ojos son una parte del rostro sensible en la que suele aplicar gran cantidad de maquillaje. Las dos especialistas coinciden en que lo ideal es usar un desmaquillante específico para ojos; pero si no se dispone de uno, se puede usar un producto indicado para el rostro pero nunca dejarlos sin desmaquillar.

    Para retirar el maquillaje, Soria desaconseja hacer movimientos agresivos ya que la piel de los ojos tiende a la flacidez y señala que lo ideal sería desmaquillarse a toques.

    Segurado recomienda utilizar desmaquilladores bifásicos que contienen una mezcla de agua y aceite, la cuál facilita retirar el maquillaje y no irrita los ojos. Como alternativa de elaboración casera, la especialista señala el aceite de oliva mezclado un poco de agua.

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