Cinco pasos para combatir la piel grasa

  • La piel grasa es un problema frecuente en adolescentes y adultos, quienes en busca de soluciones se someten a estrictos tratamientos faciales que, en la mayoría, no funcionan.

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    La piel del rostro es la más propensa y susceptible en atravesar cambios producidos por el organismo. La alimentación es la base para no sufrir problemas como la aparición del acné y la piel no se deteriore por la grasitud.

    Foto: Pinterest

    La revista Actitudfem dice que la persona que sufre grasitud en el rostro, debe realizar un correcto lavado y tratarlo de la siguiente manera:

    Hacé una mascarilla: podés usar mascarilla de barro que ayuda a balancear la piel al mismo tiempo que destapa los poros. Realizá este procedimiento una vez por semana.

    Si aparece el acné, no lo toques: la recomendación básica, para todo tipo de piel, es no tocar e intentar sacar los barritos de la cara. Tocar el rostro y recargar el mentón sobre las manos son maneras comunes de transmitir bacterias de las manos a la cara, lo que provoca que los poros se cierren.

    Humectá: La piel de rostro siempre necesita humectación aunque sea grasosa. Podés colocar una capa en la zona donde sepas que brillas más y enfocate en los lugares que son más secos.

    Cuida tu alimentación: lácteos, azúcar y carbohidratos procesados como el pan y la pasta, se relacionan con los granitos que salen en la cara. Una dieta saludable, con abundante agua, ayuda a que nuestra piel se vea mucho mejor.

    No exageres: No te pongas un producto sobre otro. Usar demasiados productos de belleza podría agravar el estado de la piel.

    Realiza uno de los tres preparados

    1.  Pisá una papa hervida y agregarle miga de pan tierno mojada en leche, además agregá unas gotitas de limón y dos cucharadas soperas de leche. Aplicá y dejá actuar por 20 minutos. Enjuagá con agua fría.
    2. Aplicá directamente rodajas de naranja sobre el rostro por 20 minutos. Pasado ese tiempo, retirá las rodajas y enjuagá con agua fresca.
    3. Mezclá tres cucharadas de harina de avena con agua tibia hasta formar una pasta. Aplicá sobre el cutis y una vez seco, retirá con agua fría.
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