Prevení el cáncer de mama con ejercicios

  • ¿Sabías que las actividades físicas puede prevenir el cáncer de mama? Sí, por eso te sugerimos que te pongas las pilas y empieces a hacer ejercicios.

    Compartir:

    Para cuidar el cuerpo es importante una alimentación balanceada y la práctica frecuente de ejercicios físicos. Esta combinación también ayuda a prevenir enfermedades, entre ellas, el cáncer.

    Foto: vivaconsalud.es

    La web sanar.org publica que las mejoras que se observan en las personas que sobrevivieron al cáncer de mama es por los ejercicios que practicaron con regularidad, que además reduce la fatiga y mejora el estado anímico.

    Seguí una rutina y prevení cualquier posibilidad de enfermedad:

    1. Hacé actividades aeróbicas durante la semana, por unos 150 minutos o actividad física intensa, 75 minutos por semana.

    2. Realizá actividades que provoquen un trabajo tanto en la parte superior del cuerpo, como en la inferior. Este tipo de actividad debe realizarse dos o tres veces por semana.

    3. Con la intención de aumentar el nivel de flexibilidad que se tiene, se recomienda estirar los grupos musculares mayores al hacer ejercicios aeróbicos.

    4. Si se va a recibir algún tipo de tratamiento hormonal, se tiene que evitar sufrir caídas por la posibilidad de sufrir fracturas óseas.

    5. Si tenés dolores extremos o fatiga, tenés que parar la actividad inmediatamente.

    6. Si estás haciendo quimioterapia, es importante conocer los efectos que generará, como náuseas y desgano generalizado que sucumbe en una falta de apetito y nivel de energía bajo.

    7. Si se va a optar por radioterapia, escogé ropa holgada, evitá con ello irritar alguna quemadura que se pueda tener en la piel. No es recomendable visitar piscinas en este periodo.

    8. Antes de hacer cualquier tipo de actividad física, las mujeres que fueron sometidas a algún tipo de intervención quirúrgica deberán consultar el tiempo adecuado de espera para recuperarse.

    El ejercicio regular previene la aparición de la enfermedad, reduce la fatiga y el dolor, mejora el sueño y ayuda a la presión arterial, por lo que sus ventajas son innumerables. Si está a tu alcance, también podés contratar un entrenador y hacer ejercicios personalizados.

    Compartir:

    Más notas: