Así sorprenden Meghan y Harry en su reaparición

  • A finales de marzo, Harry y Meghan dejarán de ser oficialmente miembros senior de la monarquía británica.

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    Meghan Markle y el príncipe Harry reaparecieron en Reino Unido en su despedida como «royals». Pero antes de que se dé este gran momento debían cumplir con varios compromisos con la corona que les han hecho regresar a Inglaterra durante unas semanas.

    Bajo la lluvia y sonrientes, así llegaba la pareja a la Mansion House de Londres donde se celebran los Endeavour Fund Awards. Uno de los premios en los que se reconoce la labor de las fuerzas armadas que han sido heridos haciendo su trabajo en el último año.

    Sin duda fue una cita muy especial para Harry, quien siempre ha tenido contacto con estos hombres y mujeres que ponen cada día en riesgo su vida mientras están de servicio.

    A la pareja se la pudo ver muy confiada ante cámaras. Una confianza que seguramente ha ayudado mucho el look elegido por Meghan, que lució un vestido azul turquesa de manga corta diseñado por su amiga Victoria Beckham.

    El vestido iba combinado con el traje de Harry, de un azul más oscuro dado la importancia y seriedad del evento.

    Pero esto no fue todo ya que para su segundo acto oficial en Londres en este viaje de despedida de su papel como miembro de la familia real británica, Meghan impactó con un vestido rojo de la firma Safiyaa con una pequeña capa incorporada que cubre parte de los hombros y al espalda de la duquesa.

    Ha dejado su melena suelta peinada con la raya en el centro y, de la mano del príncipe Harry, ha llegado al Royal Albert Hall de Londres para asistir al Festival de Música Mountbatten cuya recaudación irá destinada a fundaciones de caridad de los Royal Marines. Esta es la explicación de que Harry luzca su uniforme de la Marina negro y rojo con quien Meghan parece haberse coordinado en una noche tan especial como la de este sábado en Londres, informa el portal Vanity Fair.

    Es su despedida de la familia real pero también de la Marina. El príncipe, que con su renuncia deja también todos sus cargos militares, dice de esta forma adiós a su antigua vida royal.

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