Tener un pequeño jardín en cada casa puede salvar el planeta, pero también tu vida gracias a los beneficios que genera esta actividad.
Plantar es un pasatiempo que provoca cambios positivos en las emociones, pasando desde la tristeza y la angustia, hasta momentos de paz y completa alegría.
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En el portal Psychology Today la escritora Sarah Reyner revela algunos aportes de cultivar plantas y sembrar en la comodidad del hogar.
La jardinería igualmente ayuda a liberar serotonina y dopamina, dos hormonas que influyen en las emociones al disminuir los niveles de cortisol, es decir, las sustancias segregadas por el organismo causantes del estrés.
De igual forma, indica que plantar resulta una actividad liberadora de cualquier tensión acumulada. Según dice, permite escapar de situaciones verdaderamente desagradables, alejándonos por completo de pendientes que nos hacen sentir mal o incómodos. En concreto, quitar plantas y colocar otras, eliminar plagas, podar las rosas, limpiar un pequeño huerto, te hará mucho más feliz y relajada.
Si estás pasando por un mal momento o la ira está dominando tu vida, una forma de drenar todo es por medio de la jardinería. Escarbando y moviendo la tierra, y arrancando aquello que no sirva, es una forma de liberación como ninguna otra. Aunque pareciera algo bastante simple, realmente hay una explicación tras todo esto: la fuerza al ejecutar esta actividad ayuda a sanar y reducir la rabia.