Conocer nuestro cuerpo nos ayuda a notar cambios que se puedan producir con el paso del tiempo y notificar de forma inmediata al médico ante cualquier duda que tengas sobre el aspecto normal de tus senos.
Toda mujer debe informarse y familiarizarse con la forma natural de sus senos, observando y por sobretodo palpando buscando cualquier cambio que se pueda producir en el cuerpo.
Si encontrás un cambio en los senos no necesariamente significa que se trate de cáncer, es por eso que deberías de acudir a un especialista para realizar un chequeo más extenso y descartar situaciones que se puedan dar. Este caso también es aplicable a mujeres que tengan implantes mamarios.
Cómo examinarme
1. Parate frente al espejo con los brazos a los lados y observa tus senos detenidamente buscando alguna de estas señales de alerta…
Cambios en la forma y el tamaño:
Marcas que no estaban antes, como enrojecimientos, irritación, salpullidos (erupciones), arrugas y hoyuelos
Cambio radical en el tamaño de un seno y el otro… recordá que es normal que los senos de las mujeres sean un poco diferentes entre sí
Hundimiento en los pezones (que no estaba antes)
2. Colocá tus manos sobre tus caderas y presiona tus brazos para abajo para tensionar los músculos de tu pecho. ¿Ves algún cambio?
3. Inclina tu espalda hacia delante. Notas si ha habido cambios.
4. Nuevamente con la espalda recta, levanta tus brazos sobre tu cabeza y junta las palmas de tus manos. Si no ves ningún cambio hasta ahora, seguí con la segunda parte del auto examen.
¿Cómo se sienten?
5. Lo más común es que te hagas el auto examen recostada en cualquier superficie plana como tu cama. Colocá una almohada pequeña o una toalla doblada bajo el hombro derecho. También podés hacerlo en la ducha, con un poco de jabón en tus dedos para que deslicen más fácilmente.
6. Revisá si tu pezón derecho está soltando líquido. Presiónalo suavemente con tus dedos, como si quisieras sacar algo de él.
7. Ahora vas a palpar tus senos para sentir cualquier cambio extraño como una bolita dura, la piel gruesa o dolor al presionar en un lugar. Empezá poniendo tu mano derecha en tu cadera, y con los tres dedos del medio de tu mano izquierda, palpa tu axila y tu clavícula del lado derecho.
8. Levanta el brazo derecho detrás de tu cabeza. Con la parte de abajo de los mismos tres dedos de la mano izquierda, hacé varias presiones circulares suaves sobre tu seno derecho (como un masaje), en orden de abajo hacia arriba, empezando por la derecha y terminando en la izquierda
9. Ahora palpa haciendo líneas desde afuera del seno hacia el pezón. Tan pronto termines la primera línea, mové tus dedos en el sentido de las manecillas del reloj y arranca la segunda. Y así sucesivamente, hasta cubrir todo el seno derecho.
10. Por último, palpa tu seno derecho formando círculos como un reloj… arranca a las 12 en punto, luego a la 1, las 2, las 3, y así sucesivamente. Cuando completes el primer círculo alrededor de tu seno, acerca tus dedos un poco más a tu pezón, y repite el ejercicio, hasta que no quede ni una sola parte sin palpar.
Ahora repite estos ejercicios palpando tu seno izquierdo.
Hacé este examen una vez al mes, pocos días después de haber terminado tu período menstrual. Si identificas alguno de esos cambios extraños, notifícale inmediatamente a tu ginecólogo.