Escucho de mis amigas, comparto con mis clientes y vivo en carne propia intensas horas de transito colapsado todos los días, y fue así que trancada en un embotellamiento días atrás surgió la idea de escribir esta nota.
Por Patricia Martinez.
Pensaba de qué maneras podría minimizar llegar “presentable” (en apariencia y humor) después de estar sentada tanto tiempo con el cinturón de seguridad, de qué manera estar más cómodas.
Esto, definitivamente lo logramos con ropas más desestructuradas tipo seda, saquitos de hilo, algodón pensando que si bien la seda se arruga un poco no permanece arrugada todo el día, que cuando caminamos nuevamente se estiran, o como los tejidos de algodón fino que no se arrugan nada.
Modelos más sueltos antes que ropa muy ajustada que además de limitar nuestros movimientos, y generar incomodidad al estar mucho rato sentadas.
Siguiendo con la idea de ropas más sueltas, cuando sabemos que pasaremos horas en el auto, también puede ayudar elegir faldas antes que pantalones de vestir, ya que las faldas siempre van a permanecer más estiraditas sobre las piernas aunque pasen horas, pero los pantalones podrían arrugarse y marcar nuestras caderas con rayas horizontales que no favorecen a nuestra silueta y tampoco aporta a sentirnos seguras.
Usar dos piezas es mejor que llevar vestido o enterizo; una blusa usada por fuera de la parte inferior también podría estirarse, por ejemplo: para viajar soltamos por encima de la tira del cinto de seguridad y así se arruga menos. Pero, con una única pieza no hay remedio, ni cómo evitar el cinto marcando la cintura de la ropa.
Si no necesitamos vestir durante el trayecto también podemos colgar en una percha y colocarla en el banco de atrás.
Para las que manejan con tacos, saben cómo esta situación podría perjudicar, entonces también es válido llevar puestas dentro del auto zapatillitas, y luego cambiarse por tacos más altos antes de bajar del auto.
Hay que prestar atención extra al cabello y el maquillaje, si no contamos con aire acondicionado podríamos sudar y correr el maquillaje, por eso vale llevar productos para retocar el maquillaje, si no llevamos ningún make up podría funcionar unas gotitas de agua termal o pañuelitos refrescantes para el rostro, y salir de casa con el cabello bien recogido.
Parece demás pensar que usar durante un “embotellamiento”, pero últimamente van formando parte de nuestros días. Escoger lo que vestimos puede ser muy automático pero si aprendemos a hacerlo con consciencia vamos a invertir menos tiempo en estresarnos por cosas poco importantes y así más tiempo para disfrutar de lo que realmente importa.
