El color apareció en París gracias al folklore del diseñador indio Manish Arora, el sensual carácter francés de Barbara Bui y la eterna elegancia de Lanvin.
El color apareció por fin en la tercera jornada de la semana de la moda de París gracias al folklore del diseñador indio Manish Arora, el sensual carácter francés de Barbara Bui y la eterna elegancia de Lanvin, que sorprendió con una colección entre clásica y underground.
Chloé fue el primer desfile de la jornada y también el primero en donde el color fue el protagonista.
En su línea de diseño, la británica Clare Waight Keller propuso looks fáciles de llevar y muy juveniles, perfecto para las amantes del surf y el skateboarding.
Keller quiso dar a la mujer la posibilidad de combinar distintos estilos, con maxifaldas muy hippies en la parte de abajo y jerséis de punto, estilo chándal, arriba.
Algunos vestidos muy cortos con escotes asimétricos o en V, muy marcados, aunque también prendas de mezclas lenceras con mangas anchas u hombros al aire.
El diseñador indio Manish Arora utilizó un sinfín de colores en sus diseños aunque con el rosa fucsia y el naranja como tonos dominantes.
Pero la India es tan solo una parte en la inspiración del diseñador, que toma el folklore de diferentes culturas para crear looks divertidos, llamativos y concebidos para las mejores fiestas de baile del próximo verano con maquillajes de colores y purpurina, difíciles, eso sí, de adaptar al día a día.
Boleros estampados con brocados y lentejuelas, ponchos con estampados psicodélicos y accesorios de aires infantiles donde nunca faltan mariposas, corazones y Bunnyla, el simpático conejo de la marca.
Barbara Bui presentó una colección simple en los colores y formas, aunque con mucho carácter, en blanco y marrón, violeta, negro y un llamativo fluorescente rosa.
La diseñadora apostó especialmente por las bermudas, que se llevan por encima de la rodilla y ajustadas, combinadas con americanas, y tops que se confunden con bikinis, ya sean cruzados alrededor del vientre o triangulares cubriendo únicamente el pecho y dejando ver toda la espalda.
El broche del desfile fue un total look con pantalón largo y top con escote en V cargado de flecos que se movían al ritmo de los pasos de la modelo, ante la atenta y sorprendida mirada de los invitados.
Y llegó una de las citas ineludibles del calendario de París: el desfile de Lanvin, con las creaciones del diseñador Alber Elbaz.
Una modelo vestida con una amplia blusa blanca y pantalón negro abrió el desfile ante la incertidumbre de saber si se trataba realmente de una mujer o de un hombre.
Tras varios looks masculinos, extremadamente sobrios en blanco y negro, con trajes de chaqueta como sin acabar de confeccionar, chalecos aparentemente sacados de la sastrería antes de tiempo o incluso una americana sin mangas convertida en largo vestido de noche, llegó el color y la fantasía.
Botines “glitter” en color y con tacón, minivestidos plisados cargados de lentejuelas y hasta looks completamente confeccionados en lentejuelas de color verde esmeralda, oliva, rojo, salmón, los tonos clásicos de la casa.
Elbaz ha recuperado los maxi volantes al hombro en vestidos ajustados muy cortos estampados con letras aunque también con bolsos y zapatos ilustrados: la moda dentro de la moda.
Versiones recuperadas, sí, pero en una versión mucho más underground tal y como presagiaba la decoración de la sala de cuyo techo colgaban cadenas y ganchos industriales.
“Creo que en el mundo de hoy necesitamos volver a los ‘ateliers’, a ese ‘savoir faire’ de antes”, declaró el diseñador tras el desfile. “Pero, por otro lado quería destacar la unión de la moda y la tecnología, de la moda y la rapidez, el hecho de que ya no somos únicamente diseñadores sino creadores de imagen, creadores de iconos”, añadió.
“A lo mejor también hay un lugar para la eternidad, no todo es el ahora y la última colección, puede que por eso le hayamos dado la eternidad a los vestidos negros”, explicó Elbaz al reflexionar a los temas que le han inspirado para trabajar en esta colección.
“¿La moda se trata únicamente de vestir cuerpos? ¿De vender zapatos, bolsos y perfumes? ¿Cuál es el rol del diseñador entonces, inventar o cubrir?”, son algunas de las preguntas que dijo haberse hecho Elbaz durante la creación de esta nueva colección.